LA UNCIÓN

 

“UNGIR” EN LA BIBLIA (UNGIR, VERBO Hebreo, BDB 602, KB 643; SUSTANTIVO BDB 603)

 

El significado bíblico más básico de ‘unción’ es señalar la acción de frotar con aceite o derramar aceite sobre algo o alguien como símbolo de dedicación a Dios. En el Antiguo Testamento, la palabra ‘unción’ significaba la acción de derramar aceite especial sobre la cabeza de alguien para consagrarlo como rey o sacerdote y presentarlo en servicio a YHVH (Éx 28:41; 29:7; 1 S 10:1).

 

A.   Usado para el embellecimiento personal (BDB 691, véase Deuteronomio. 28:40; Rut 3:3; 2do. de Samuel 12:20; 14:2; 2do. Crónicas 28:15; Daniel 10:3; Amós 6:6; Miqueas 6:15).

 

B.   Usado para huéspedes (BDB 206, véase Salmo 23:5; Lucas 7:38, 46; Juan 11:2).

 

C.   Usado para sanidad (BDB 602, véase Is. 61:1; Jeremías 51:8; Marcos 6:13; Lucas 10:34; Jacobo 5:14) [en Ezequiel 16:9 tiene sentido de higiene].

 

D. Usado en la preparación para el entierro (véase Génesis 50:2; 2do. Crónicas 16:14; Marcos 16:1; Juan 12:3, 7; 19:39-40, pero sin el VERBO “ungir”).

 

E.    Usado con sentido religioso (de un objeto BDB 602, véase Génesis 28:18; 31:13 [un pilar]; Éxodo 29:26 [el altar]; Éxodo 30:26; 40:9-16; Levítico 8:10-13; Números 7:1 [el Tabernáculo]).

 

F.    Usado en la instalación de líderes

 

1.     Sacerdotes

 

a.      Aharón (véase Éxodo 28:41; 29:7; 30:30)

 

b.     Los hijos de Aharón (véase Éxodo 40:15; Levítico 7:36)

 

c.      Frase estándar o título (véase Números 3:3; Levítico 16:32)

 

2.     Reyes

 

a.      Por YHVH (véase 1ro. de Samuel 2:10; 2do. de Samuel 12:7; 2do. de Reyes 9:3, 6, 12; Salmo 45:7; 89:20)

 

b.      Por los profetas (véase 1ro. de Samuel 9:16; 10:1; 15:1, 17; 16:3, 12-13; 1ro. de Reyes 1:45; 19:15-16)

 

c.       Por los sacerdotes (véase 1ro. de Reyes 1:34, 39; 2do. de Reyes 11:12)

 

d.      Por los ancianos (véase Jueces 9:8, 15; 2do. de Samuel 2:7; 5:3; 2do. de Reyes 23:30)

 

e.       Para hablar de Yeshúa como rey mesiánico (véase Salmo 2:2; Lucas 4:18 [Isaías 61:1]; Hechos 4:27; 10:38; Hebreos 1:9 [Salmo 45:7])

 

f.        Para los seguidores de Yeshúa (véase 2da. de Corintios 1:21; I Juan 2:20, 27 [crisma])

 

3.     Posiblemente de los profetas (véase 1 R. 19:16; Isaías 61:1)

 

4.     Los no creyentes como instrumentos de liberación divina:

 

a.       Ciro (véase Isaías 45:1)

 

b.     El Rey de Tiro (véase Ezequiel 28:14, donde él usa metáforas del huerto del Edén)

 

5.       Usado como título para el “Mesías”, cuyo significado es “el Ungido” (BDB 603), ver Sal. 2:2; 89:38;   132:10.

 

Hechos 10:38 es un pasaje donde Elohím y Su Hijo participan de la unción mediante el Espíritu. Yeshúa es ungido (ver Lucas 4:18; Hechos 4:27; 10:38). El concepto es ampliado para incluir a todos los creyentes (ver 1 Juan 2:27).  ¡El Ungido llega a ser los ungidos! Esto puede ser paralelo al anticristo y los anticristos (ver 1 Juan 2:18) y a los falsos “ungidos” de la era moderna antes del fin. El acto simbólico de ungir con aceite del A.T. (ver Ex. 29:7; 30:25; 37:29) se relaciona con aquellos que fueron llamados y equipados por El Elohím para una tarea especial (tal como: profetas, sacerdotes y reyes). La palabra “Cristo” es una traducción del término hebreo “Ungido” Mashiaj o Mesías.

 

 

¿Cómo y donde se realiza hoy la “Unción”?

 

Hoy la unción se realiza durante el “Avivamiento en la iglesia-hogar” (ver “Avivamiento”).

Lo que sucedió en Pentecostés nos proporciona la clave para entender mejor como se realiza la “Unción hoy”. Aquello fue algo tan grande, y tan maravilloso que toma el resto del Nuevo Testamento para explicarse, y aún no terminamos de entenderlo completamente. Se trata de un hecho divino tan espectacular que si los judíos los hubieran entendido, su celebración nunca hubiera terminado. La iglesia-hogar lo fue entendiendo poco a poco, y esa es la razón por la que la esencia de la iglesia es una celebración, de aquí y hasta la eternidad:

 

Pentecostés era la era del Espíritu Santo. Por tanto, Pentecostés es el equipamiento sobrenatural, glorioso e histórico de la iglesia para el cumplimiento de su misión específica que consiste sólo de 2 cosas:

 

1. Vivir para el favor de YHVH y Mesías, y llevar el evangelio hasta los confines de la tierra produciendo “hijos e hijas” espirituales y por ende “fruto interno” mediante fecundar nuevas vidas para la eternidad.

 

2. Pentecostés es la Unción para anunciar el evangelio y enseñar la Palabra, y unción para vivir de una manera que magnifica al Elohím. Esto es todo lo que Pentecostés es.

 

 

Dinámica de la manifestación del Espíritu Santo (2:1-13).

 

Qué importante es entender las implicaciones de esta actitud cuando oramos y buscamos la unción del Espíritu Santo en nuestros cuerpos.

 

Aprendemos del relato de hechos que los hermanos y hermanas creyentes del Mesías estaban todos unidos y esperando el E.S., y lo anhelaban fervientemente. Estaban “Unánimes" que implica que estaban conscientes de la importancia de lo que esperaban. También contemplamos que estaban “Juntos" habla del sentido de cuerpo en su expresión externa que ya poseían como resultado de conocer a Mesías. No se trata de una espera y una búsqueda individual. Se trata de la espera y la búsqueda de todo el cuerpo. La unción se da en el contexto de la vida en la comunidad del cuerpo de Cristo cuando todos nos unimos en “amor”.

 

2.- Ahora observemos la dinámica de la manifestación:

 

El Espíritu se presenta con un estruendo como de viento recio que llena la casa donde estaban, que seguramente era el aposento alto donde esperaban juntos. El viento es símbolo del Espíritu en su manifestación de “renovación y poder”.

 

Luego ese viento se convierte en lenguas como  fuego que se asientan sobre la cabeza de cada uno de los 120 hermanos reunidos allí.

 

Inmediatamente fueron *llenos con el Espíritu Santo*. La evidencia inicial física de que habían sido llenos con el Espíritu fue que comenzaron a hablar en otras lenguas o idiomas, como el Espíritu les daba que hablasen. Las lenguas eran desconocidas para los que hablaban. La evidencia inicial no es el viento, ni el fuego, sino las lenguas que el Espíritu reparte. A partir de este momento histórico la iglesia-hogar apostólica nazarena ha sabido que alguien es lleno con el Espíritu Santo en el mismo momento que ocurre, por la evidencia inicial de hablar en lenguas desconocidas. Las lenguas como evidencia física inicial de bautismo de Fuego con el Espíritu tienen como objetivo supremo alabar y magnificar al Elohím; y no la edificación de la iglesia-hogar.

 

Sin embargo aquí en Pentecostés el Espíritu en su soberanía decide bautizar a estos creyentes dándoles las lenguas que los judíos y prosélitos allí reunidos hablaban, puesto que venían de todas las regiones del imperio. Es algo que no se vuelve a repetir en el libro de los Hechos. ¿Por qué lo hizo? Para convencer a la multitud de que lo que estaba sucediendo era de YHVH, era el amanecer de un nuevo tiempo para la iglesia-hogar, el Israel del Elohím.

 

La unción es vivir para la Magnificencia Divina (vrs. 43-47). Este es el elemento verificador de todo avivamiento genuino. Todo mover autentico del Espíritu, por fuerza natural tiene que traer santidad a la vida de Su pueblo. Aquí vemos esa santidad:

 

Los hermanos tienen el Sentido de ser un solo cuerpo que comparten unos con otros, no sólo las cosas, sino la vida.

 

La iglesia-hogar da hijos e hijos internamente mediante la fecundación por el Espíritu pero además ahora tienen una pasión evangelizadora permanente a través del contacto personal “añadía cada día a la iglesia”

 

Conclusión:

La iglesia hoy necesita la UNCIÓN del poder del Espíritu para continuar la misión que nos ha sido encomendada, permanezcamos juntos y unánimes en el Señor, amándonos tiernamente los unos a los otros durante el “Avivamiento” y en todo tiempo. La exhortación de 1 Pedro 1:22 BIBLIA TIRY es clara:

 

“Habiendo  purificado  vuestras  personas  en  la obediencia  a  la  verdad,  por  el  Espíritu  con cariño  fraternal sin hipocresía, amaos con intensidad  los  unos  a  los  otros  desde  el corazón”.

 

El  1er  término  traducido  aquí  por  “cariño  fraternal”  en  esta  frase  es  la  palabra griega  compuesta  philadelphia  (amor  fraternal);  el  2º,  es  un  IMPERATIVO AORISTO ACTIVO del verbo agapaō. Ambos vocabloa (phileō y agapeō) eran sinónimos en el Nuevo Pacto (véase Jn5:20 versus. 3:25; 16:27 vrs. 17:23). En algunos  pasajes  como  Jn  21:15-17  pueden  implicar  distintos  aspectos  del amor.  La  Iglesia-hogar  primitiva  tomó  y  relativizó  un  sustantivo  (agapē),  y empezó a utilizarlo para expresar un amor particular, el Divino Amor en Mesías. En  la  actualidad  la  iglesia-nazarena  se  incita  a  manifestar  expresiones  de cariño tierno y sincero entre los hermanos y hermanas y es común los abrazos y besos santos cuando se aviva el fuego del E.S. en la “UNCIÓN”.

 

    No necesitaremos ir diciendo que somos ungidos, esto en si mismo indicaría que podríamos ser catalogados como los “falsos ungidos” que aparecerían durante el tiempo del fin. La UNCIÓN se notará, la gente nos verá llegar a lugares y verán la paz, y debemos decirle a la gente que es la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida y también ellos lo pueden tener. Será notorio cuando hables, cuando prediques, cuando impongas manos.

 

La unción en la que te sumerges en privado, será revelada en público. Mosheh fue tan ungido, que cuando bajó de encontrarse con el Señor, tuvo que ponerse un velo porque brillaba. Cuando salgas del lugar secreto vas a brillar, no serás un religioso, sino un hijo e hija de YHVH ungido de la cabeza a los pies, en casa, en el trabajo, en la iglesia, en el liderazgo o guía, etc.

 

La unción no está reservada para pastores o maestros y profetas, es para todo el que la quiere y la cuida. Cuando la mujer quebró el frasco de perfume, dice la palabra que el lugar se llenó del aroma; así será con nosotros, a cada lugar que entremos el ambiente va a cambiar, porque llevamos un olor diferente por la unción del Espíritu Santo.

 

Cuando vives sumergido en la unción del Espíritu Santo, el pecado no es un problema. No estás luchando con tus propias fuerzas, hay una unción que cambia circunstancias y personas, una unción que pudre yugos, y esa la podemos tener nosotros. Romanos 8:5-15 (NTV) 5 Los que están dominados por el pecado piensan en pecado, pero los que son controlados por el Espíritu Santo piensan en el amor y sentimiento interno de cariño fraternal en las cosas que agradan al Espíritu Santo que favorecen a la unión de la hermandad entre unos y otros.

 

Contribuido

 

 

 

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