LOS FARISEOS

LOS FARISEOS

 

04-01-2024

 

 

 

I.                ORIGEN DEL TÉRMINO

 

El término tenía uno de los siguientes posibles orígenes:

 

A.   “Ser separado” Este grupo se desarrolló durante el período de los Macabeos (es el punto de vista de mayor aceptación), y se apartaron de la gente para poder guardar las tradiciones orales de la Ley Mosaica (es decir, Hasidim (los píos)).

 

B.   “Dividir” Es otro significado de la misma raíz hebrea (BDB 827, BDB 831, I, KB 976); algunos dicen que significa “un intérprete” (ver, Nehemías 8:8; II de Timoteo 2:15).

 

C.   “Persa” Es otro significado de la misma raíz aramea (BDB 828, KB 970). Algunas de las doctrinas de los fariseos tienen mucho en común con el dualismo del Zoroastrismo persa.

 

 

 

II.  ESQUEMA DEL ORIGEN:

 

Se han hecho varias teorías en cuanto a quienes formaban a los fariseos.

 

A.      Provenían de una secta teológica del judaísmo primitivo (Josefo los menciona por primera vez en su obra, Las Antigüedades de los Judíos 8:5.1-3).

 

 

B.      Eran un grupo político de los periodos Hasmoneano y Herodiano (diferentes grupos, como los Esenios, salieron de la reacción anti-Helenista en contra de Antíoco Epífanes IV).

 

 

C.      Provenían de un grupo erudito de intérpretes de la ley Mosaica que ayudaron a la gente común a entender el Pacto de Moisés y las tradiciones orales que existían.

 

 

D.      Era un movimiento laico de escribas, al igual que Esdras y la Gran Sinagoga, en competencia con el liderazgo sacerdotal del templo.

 

 

Se formaron de un conflicto con:

 

 

1.  Conquistadores gentiles (especialmente Antíoco IV)

 

2.  La aristocracia versus laicado

 

 

3.  Aquellos comprometidos a vivir de acuerdo al pacto versus el judío común de Israel.

 

 

III.   La información que tenemos acerca de ellos provine de:

 

A.      Josefo, quien era un fariseo

 

1.       Antigüedades de los Judíos

 

2.       Guerras de los Judíos

 

B.      El Nuevo Testamento

 

C.      Fuentes judías tardías

 

 

QUE DICEN LOS HISTORIADORES SOBRE EL ORIGEN:

 

 

Algunos historiadores dicen que tras las conquistas de Alejandro Magno, que destruyó el Imperio persa aqueménida entre el 334 y el 330 a. C., los pueblos del Antiguo Cercano Oriente adoptaron la forma de gobierno, el idioma, la filosofía, la religión y la educación griegas.

 

Al morir Alejandro, en el 323 a. C., se iniciaron las guerras de los Diádocos, tras las cuales su imperio quedó dividido entre sus principales generales. Uno de ellos, Seleuco I Nicátor, fundó el Imperio seléucida en la región de Siria.

 

 

En el 167 a. C., uno de sus sucesores, Antíoco IV Epífanes, prohibió todas las costumbres judías, lo que originó la revuelta de los macabeos, liderada por la familia de los asmoneos, durante la cual los judíos consiguieron rechazar a los seléucidas y establecer un reino propio que perduró hasta las conquistas romanas.

 

 

No todos los judíos estaban conformes con el gobierno de los asmoneos, ya que miembros de la misma familia ocupaban los cargos de rey y de sumo sacerdote del Segundo Templo. Ese descontento se debía a que, según la tradición hebrea, el trono de Israel debía ser ocupado por un descendiente de la tribu de Judá; mientras que el sumo sacerdote debía ser un descendiente de Sadoc, que ejerció ese cargo durante el reinado de Salomón. Los asmoneos no podían reclamar para sí ninguna de las dos líneas sucesorias.

 

 

Fue en esta época que varios grupos de judíos formaron sectas religiosas. Esos grupos o sectas discutían cómo debían mantenerse la identidad y las tradiciones judías en un mundo impregnado por la cultura cosmopolita de origen griego, primero, y por la influencia romana, más tarde.

 

Y precisamente aquí es donde entra en el cuadro un grupo llamado “los fariseos”. El origen etimológico de su nombre resulta problemático; ya que en hebreo puede significar tanto “estar separados” como “suavizadores de cosas ásperas”, como ya vimos más arriba.

 

 

 

IV.    SUS PRINCIPALES DOCTRINAS

 

 

A.Creían en la venida del Mesías, creencia que fue influenciado por la literatura judía apocalíptica interbíblica, como I Enoc.

 

 

B. Creían que El Elohím estaba activo en la vida diaria. En esto eran totalmente lo opuesto a los saduceos (ver Hechos 23:8). Muchas de las doctrinas fariseas eran opuestas teológicamente a las doctrinas de los saduceos.

 

 

C. Creían en una vida física después de la muerte, basada y orientada con la vida terrenal, lo que incluía premios y castigos (Daniel 12:2)

 

D. Creían en la autoridad del Antiguo Testamento y en la tradición oral (lo que conocemos más tarde como Talmud). Eran conscientes de que debían ser obedientes a los mandatos divinos en el Antiguo Testamento, tal como era interpretados y aplicados por las escuelas rabínicas y sus eruditos (Shamai, el conservador; y Hillel, el liberal).  La interpretación rabínica se basaba en un diálogo entre las filosofías de dos rabinos que diferían, uno conservador y otro liberal.  Estas discusiones orales acerca de la interpretación de las Escrituras fueron finalmente puestas de forma escrita en dos textos: El Talmud babilónico y el Talmud palestino.  Ellos creían que Moisés había recibido estas interpretaciones orales en el Monte Sinaí.  El comienzo histórico de estas discusiones comenzó con Esdras y los hombres de la “Gran Sinagoga” (llamado más tarde “el Sanedrín”).

 

 

E. Creían en una angelología altamente desarrollada.  Esto incluye tanto espíritus buenos como malos. Se desarrolla a partir del dualismo pérsico y la literatura interbíblica judía.

 

F.  Creían en la soberanía divina, pero también en el ejercicio del libre albedrio del ser humano (yetzers).

 

 

V.   PUNTOS FUERTES

 

A.  Amaban, respetaban y confiaban en la revelación divina (o sea, en toda ella, incluyendo la Ley, los Profetas, Los Escritos, y las Tradiciones Orales)

 

 

B.   Estaban comprometidos a ser seguidores fieles, tanto en fe como en la vida, de la revelación. Ellos anhelaban un “Israel justo” para que se cumpliesen las promesas de un nuevo día de prosperidad.

 

C.      Promovían la igualdad en la sociedad judía, la cual incluía toda clase de personas. En un sentido, ellos rechazaban el liderazgo y la teología sacerdotal (similar a los saduceos) (ver Hechos 23:8).

 

 

D.      Ellos ejemplificaban un componente válido humano de la Ley Mosaica. Afirmaban categóricamente la soberanía divina, pero al mismo tiempo sostenían la necesidad de ejercitar el libre albedrio humano (por ejemplo, los dos yetzers).

 

 

E. El Nuevo Testamento menciona varios fariseos respetados (por ejemplo, Nicodemo, el joven rico, y José de Arimatea).

 

 

VI. EL MOVIMIENTO FARISEO HOY

 

 

Ellos fueron la única secta del judaísmo del siglo I que pudo sobrevivir a la destrucción de Yerushaláyim y  del templo por los romanos en el 70 d.C. Se convirtieron en el judaísmo moderno. Es cierto que se opusieron a la prédica de Yeshúa de Netzrat, quien los criticó por ocupar los primeros puestos en los banquetes y las sinagogas, por vestir ropas ostentosas, por ser hipócritas y por instar a la gente a llamarlos rabí o maestros de la Torá. A pesar de ello su doctrina sobre la resurrección de los muertos abrió puertas a la expansión del mesianismo nazareno del apostolado de Shaúl de Tarso (Pablo). Sin embargo, hay que decir que miles y miles de los que asesinaron a Yeshúa, murieron clavados en las cruces, con que el vencedor romano había rodeado la ciudad santa; el resto se vendió en el mercado de esclavos en Hebrón. Pero no murió el fariseísmo. Vive todavía el formalismo de los fariseos en el Talmud y otros libros judíos; vive su materialismo religioso, su odio a Yehoshúa ha-Mashiaj (Jesucristo) y su fanatismo. El “Sionismo” que está llevando a los judíos a volver a la tierra de Kennaán, no es más que el último resquicio de los fariseos del siglo I.

 

 

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