LA TIERRA

TIERRA (EREZ)

 

12-01-2024

 

Como todas las raíces hebreas, el contexto es crucial para determinar la intensión del significado por el autor original. El número limitado de raíces hebreas (por ser un lenguaje semítico antiguo) causa que cada uno de ellos funcione con significados y connotaciones diferentes. La raíz "Erets" también escrita "Erez" (BDB 75, KB 90) puede significar:

 

 

1. Todo el planeta (aunque los antiguos no se dieron cuenta de su tamaño y forma. Por lo general se usa para el “mundo conocido”)

 

a.  Gn. 1-2; 6-9; 10:32; 11:1,4,8,9; 14:19; 18:18,25; 22:18, etc.

 

b.   Éx. 9:29; 19:5

 

c.   Sal. 8:1,9; 24:1; 47:2,7; Jer. 25:26,29,30

 

d.   Pr. 8:31

 

e.   Is. 2:19,21; 6:3; 11:4,9,12; 12:5

 

 

2.  La tierra en contraste del cielo

 

a.   Gn. 1:2

 

b.   Éx. 20:4

 

c.   Dt. 5:8; 30:19

 

d.   Is. 37:16

 

 

3. Metáfora para hablar de los habitantes humanos del planeta

 

a.       Gn. 6:11; 11:1

 

b.      1 Re. 2:2; 10:24

 

c.       Job 37:12

 

d.      Sal. 33:8; 66:4

 

El término es muy usado en la Biblia Hebrea para designar la Tierra Prometida y durante la época medieval los judíos de la Diáspora que se habían establecido en España (Sefarad) cuando fueron obligados a bautizarse como cristianos emplearon de apellidos los gentilicios terminados en "Ets" o "EZ" que es la primera letra (E)  y la última (Z) para "tierra" recordando a la "Tierra de Promisión" o Israel.

 

4.     País o territorio

 

a.       Gn. 10:10,11; 11:28,31

 

b.      Especialmente Israel (un regalo de YHVH, Él es el Dueño)

 

 

5.      Suelo, tierra, ver Jos. 7:21

 

 

6.      El bajo mundo (KB 91)

 

a.       Éx. 15:12

 

b.      Sal. 22:29; 71:20; Jer. 17:13; Jon. 2:6

 

 

7.      La nueva tierra o mundo

 

a.       Is. 9:1-7; 65:17; 66:22

 

b.      Ver el N.T., Ro. 8:19-22; Gá. 6:15; 2 Pe. 3:13; Ap. 21:1,5

 

 

Existe un término en hebreo que se diferencia de erets, y es la palabra ʼADAMÁH que se traduce “suelo; tierra”.

 

ʼAdamáh significa:

 

 

1) el suelo cultivado o medio de subsistencia (Gé 3:23);

 

2) porción de terreno, bienes raíces (Gé 47:18);

 

3) la tierra como terreno (Jer 14:4; 1Sam 4:12);

 

4) el suelo o superficie visible de la tierra (Gé 1:25);

 

5) tierra, territorio, país que fluye leche y miel (Le 20:24), y

 

6) toda la tierra, la tierra habitada (Gé 12:3).

 

 

Parece ser que ʼadamáh está relacionada etimológicamente con la palabra ʼadám, pues al 1er. hombre Adán se le formó del polvo del suelo. (Gé 2:7.)

 

 

En las Escrituras Nazarenas en  griego se usa la palabra guē

 

1º para indicar tierra en el sentido de suelo cultivable. (Mt 13:5, 8.)

 

2º Se usa para designar la tierra, el material del que se formó a Adán (1Co 15:47);

 

3º el globo terráqueo (Mt 5:18, 35; 6:19);

 

4º la Tierra como morada de los seres humanos y los animales (Lc 21:35; Hch 1:8; 8:33; 10:12; 11:6; 17:26);

 

5º tierra, país, territorio (Lc 4:25; Jn 3:22);

 

6º el suelo (Mt 10:29; Mc 4:26), y

 

7º la tierra seca, la ribera, en contraste con los mares o aguas. (Jn 21:8, 9, 11; Mc 4:1.)

 

 

 

Oikouménē, que en la Versión Valera de 1960 se traduce “mundo” en la mayoría de los textos en que aparece, significa “tierra habitada”. (Mt 24:14; Lu 2:1; Hch 17:6; Apo 12:9.)

 

 

El sentido que tenga cada uno de estos términos estará determinado por la forma que adopte el vocablo del idioma original y, en particular, por el contexto en que se utilice como ya indicamos.

 

 

Los hebreos dividían la Tierra en 4 partes o regiones, que correspondían a los 4 puntos cardinales. En el Tanaj hebreo, las palabras “ante” y “enfrente de” se emplean para designar el “este”, y así es como se traducen (Gé 12:8); “la zaga [detrás]” puede significar “oeste” (Isa 9:12); “el lado de la derecha” se refiere al “sur” (1Sa 23:24), y “la izquierda” se puede traducir por “norte”. (Job 23:8, 9; compárese con Biblia de Jerusalén.) A veces se empleaba en hebreo la expresión salida del sol para referirse al “este” (Jos 4:19), y para el oeste, la puesta del sol. (2Cr 32:30.) También se utilizaban accidentes geográficos. Como el mar Mediterráneo constituía casi la totalidad del límite occidental de Israel, el “Mar [Mediterráneo]” se utilizaba a veces para referirse al O. (Nú 34:6.)

 

Expresiones figurativas y simbólicas.

 

En varias ocasiones se habla de la Tierra de manera figurada. En Job 38:4-6 se la asemeja a un edificio cuando YHVH le formula preguntas a Job sobre la creación y administración de la Tierra, preguntas que obviamente él no puede responder. YHVH también usa una expresión figurativa al hablar del resultado de la rotación de la Tierra, cuando dice: “[La Tierra] se transforma como barro bajo un sello”. (Job 38:14.) En tiempos bíblicos, algunos sellos para “firmar” documentos tenían forma de rodillo y llevaban grabado el emblema del escritor. Estos sellos se hacían rodar sobre el documento de arcilla o su sobre de terracota, y dejaban una impresión en su superficie. De manera similar, cuando amanece, la parte de la Tierra que sale de la oscuridad de la noche va cobrando forma y color a medida que el Sol ilumina su superficie. Los cielos, la ubicación del trono de YHVH, por ser más altos que la Tierra, tienen a esta, de manera figurada, como su escabel. (Sal 103:11; Isa 55:9; 66:1; Mt 5:35; Hch 7:49.) Se dice que los que se encuentran  en el Seol o Hades (griego), el sepulcro en general, están debajo de la tierra. (Apo 5:3.)

 

Pedro compara los cielos y la Tierra literales (2Pe 3:5) con los cielos y la tierra simbólicos. (2Pe 3:7.) “Los cielos” del versículo 7 no significan la propia morada de YHVH, el lugar de su trono en los cielos, pues los cielos de YHVH no pueden ser mecidos. Tampoco es la “tierra” de este versículo el planeta Tierra literal, pues YHVH dice que ha cimentado la Tierra con firmeza. (Sl 78:69; 119:90.) Sin embargo, YHVH dice que sacudirá tanto los cielos como la tierra (Ag 2:21; Heb 12:26), que los cielos y la tierra huirán de delante de Él y que se establecerán nuevos cielos y una nueva tierra. (2Pe 3:13; Apo 20:11; 21:1.) Es evidente que los “cielos” son simbólicos y que la “tierra” se refiere de manera simbólica a la sociedad humana que vive sobre el planeta, como en el Salmo 96:1.

 

 

La tierra también se emplea para simbolizar los sectores estables de la humanidad. Por otra parte, con la agitación característica del mar se representan los sectores inestables y agitados. (Isa 57:20; Jacobo 1:6; Jud 13; cf. con Apocalipsis 12:16; 20:11; 21:1.)

 

 

Juan 3:31 dice que el que viene de arriba es más alto que el que procede de la tierra (guē). La palabra griega epígueios, “terrestre” o “terrenal”, se emplea para denotar cosas físicas, terrenales, especialmente en contraste con lo celeste, y el hecho de que sean más bajas o de un material menos elevado. El hombre está hecho de material terrestre. (2Co 5:1; compárese con 1Co 15:46-49.) No obstante, puede agradar al Elohím Eterno llevando una vida “espiritual”, una vida dirigida por Su Palabra y Su espíritu. (1Co 2:12, 15, 16; Heb 12:9.) Debido a la caída humana en el pecado y su tendencia a las cosas materiales en detrimento de las espirituales (Gé 8:21; 1Co 2:14), el término “terrenal” puede tener una connotación negativa, y significar “corrupto” o “en oposición al espíritu”. (Filipenses 3:19; Jacobo 3:15.)

 

 

Recordemos, contexto, contexto, el contexto es crucial. Con frecuencia el conocimiento de las raíces cognadas pueden ayudar pero no siempre. El libro que puede ayudar a comenzar a pensar cómo el término “mundo” es usado en los diferentes versículos es Christian View of Science and Scripture por Bernard Ramm. ¡Tengamos cuidado de basar nuestra teología en las definiciones de las palabras como sólo las conocemos en nuestro idioma!

 

 

 

 

CONSMOLOGÍA DE LA TIERRA COMO PLANETA

 

10-02-2024

La ciencia ha avanzado muchísimo en las últimas décadas: viejas teorías han cedido el paso a otras más novedosas. Lo que en su día se admitió como verdad ahora tal vez se considere falso. Tanto es así que no dejan de revisarse los libros de ciencia.

 

La Biblia no es un tratado científico, pero cuando toca aspectos de este tipo se destaca no solo por lo que dice, sino también por lo que no dice.

Libre de conceptos contrarios a los principios científicos.

 

En la antigüedad hubo conceptos erróneos muy difundidos, entre ellos que la Tierra era plana o que la sostenían ciertos objetos o sustancias tangibles. Todavía en la actualidad tenemos los “terraplanistas” que insisten en decir que la “la Tierra es plana” como planeta. Antes, cuando la ciencia aún ignoraba cómo se propagaban las enfermedades o cómo prevenirlas, los médicos empleaban ciertas técnicas que eran ineficaces o, en el peor de los casos, mortales. Pero la Biblia no apoya ni siquiera una vez, en sus más de 1.100 capítulos, ningún concepto ni ninguna técnica nociva que vayan en contra de los principios científicos.

Declaraciones con rigor científico.

Hace 3.500 años, la Biblia declaró que la Tierra colgaba “sobre nada” (Job 26:7). En el siglo VIII antes de nuestra era, Isaías aludió claramente al “círculo [forma geoide] de la tierra” (Isaías 40:22). Una Tierra esférica que flota en el vacío sin nada físico o visible que la sustente... ¿no parece un concepto increíblemente moderno?

 

La Torá o Ley de Mosheh (escrita alrededor de 1500 antes de nuestra era y recogida en los 5 primeros libros de la Biblia) contenía acertados preceptos sobre la cuarentena, sobre qué hacer cuando se tocaba un cadáver y sobre cómo deshacerse de los excrementos (Levítico 13:1-5; Números 19:1-13; Deuteronomio 23:13, 14).

 

Gracias en parte a los poderosos telescopios que escrutan el firmamento, algunos cosmólogos han llegado a la conclusión de que el universo tuvo un principio. Mucho antes de que se inventaran los telescopios, el primer versículo de la Biblia ya afirmaba: “Al principio Elohím creó los cielos y la tierra” (Génesis 1:1).

 

 

 

Sin embargo, a pesar de que la Biblia Hebrea es clara en cuanto a la formación de la Tierra como planeta no siempre los hebreos tenían el concepto actual de cosmogonía. La cosmología hebrea está llena de sutilezas que a veces nos pasan inadvertidas. En líneas generales, para la cosmología hebrea veterotestamentaria, el mundo en el que habitamos es un disco relativamente plano cubierto por una cúpula. Algo así como los platos con tapa que utilizamos para guardar una tarta, con perdón.

 

Debajo de este disco se encuentra el Sheol (esto es, el lugar de los muertos, que no necesariamente el infierno, más cercano a como los griegos entendían el Hades, en todo caso) y las llamadas “aguas profundas” o "Abismo".

 

 

 

Por fuera de la cúpula, había aún más agua (las llamadas “aguas superiores”) y, por encima de ésta, los llamados “altos cielos”, el “cielo de cielos”, donde mora El Elohím YHVH.

La Biblia nunca enseñó que la Tierra sea plana.

Aunque la Biblia no es un libro de ciencia, nada de lo que afirma contradice los hechos científicos probados. Lo que la Biblia enseña es confiable, ahora y siempre (Salmo 111:8).

     ¿Qué quiere decir la Biblia con la expresión “los 4 ángulos de la tierra”?

 Las expresiones bíblicas “los 4 ángulos de la tierra” y en otras traducciones “las extremidades de la tierra” no deben entenderse de manera literal, como si la Tierra fuera cuadrada y tuviera bordes angulares (Isaías 11:12; Job 37:3). Más bien, estas expresiones se usan en sentido figurado para referirse a la entera superficie de la Tierra. La Biblia usa los 4 puntos cardinales de forma parecida (Lucas 13:29).

 El término hebreo traducido “extremidades” parece ser una expresión que se basa en la palabra para “alas”. Según el Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia, este término hebreo “no se refiere solo al ala de los animales, sino que por extensión denota igualmente el extremo de una cosa o punto geográfico”. Esta misma enciclopedia añade que este término se usa en Job 37:3 para indicar “el punto más extremo o confín de un país”.

La Biblia dice que El Elohím vive “por encima del círculo de la tierra” (Isaías 40:22). Algunas obras de consulta mencionan que la palabra que aquí se traduce “círculo” podría referirse a una esfera, aunque no todos los expertos están de acuerdo. De todos modos, la Biblia no apoya ninguna cosmografía terraplanista.

 

 

 

 

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