EL CULTO DE LA FERTILIDAD EN EL ACO

 

 

11-01-2024

 

En el Antiguo Cercano Oriente (ACO) el culto de la fertilidad estaba profundamente extendido, de ahí los múltiples templos o santuarios en los llamados “lugares altos” donde se mimetizaba la unión de las deidades masculina y femenina entre los asistentes a dichos santuarios.

 

El principal templo de Uruk estaba dedicado a la diosa del amor: Inanna en Sumer (llamada Ishtar en Babilonia, Astarté en Fenicia, y Afrodita-Venus en Grecia-Roma), lo que proporciona la idea sobre el papel que desempeñaba la realización del amor físico en la religión sumeria-babilónica cuando se realizaba el culto. La figura central del templo era una sacerdotisa, por lo demás hieródula (prostituta sagrada). En el templo había otras hieródulas y también hieródulos, al servicio de hombres y mujeres.

 

Sobre el culto a la fertilidad de la deidad masculina llamada Baal se sabía muy poco, pero ahora se comprende mejor gracias a las muchas referencias de las Escrituras, y lo descubierto por la pala de la Arqueología sobre todo en Ugarit (la moderna Ras Shamra, situada en la costa de Siria, frente al extremo NE. de la isla de Chipre) donde se sacó a la luz muchos objetos religiosos y cientos de tablillas de arcilla. Se cree que muchos de estos textos cuneiformes denominados textos de Ras Shamra, son las liturgias o las palabras de aquellos que participaban en los rituales de las fiestas de la fertilidad.

En los textos de Ras Shamra se alude a Baal (llamado también Aliyán [Prevaleciente] Baal) como “Zebul (Príncipe), Señor de la Tierra” y “el Jinete de las Nubes”. Estos nombres armonizan con una representación de Baal en la que se le muestra sosteniendo en la mano derecha un garrote o maza y en la mano izquierda un relámpago que acaba en una punta de lanza. También se le representa llevando un yelmo con cuernos, lo que parece indicar una estrecha relación con el toro, símbolo de la fertilidad.

El Baalismo, con su adoración de la fertilidad y la fecundidad, plasma una visión positiva del sexo y de la vida, que a veces impresiona por su modernidad. Los cananeos tenían una visión religiosa muy profunda de la sexualidad y del sexo, de tendencias casi místicas.

Donde mejor se plasma esta visión de la sexualidad cúltica es en los textos cananeos, aunque nos pueda parecer según nuestra concepción de la sexualidad bastante explícito: Él se calienta y la agarra por la vulva./Ella se calienta y le agarra por el pene./Ba'lu eyacula [...]./Tras el beso, la concepción y el parto. (Ugaritic Data Bank, 1.11 "El celo de Ba'lu")

El baalismo ve en la sexualidad la fuerza creadora de la divinidad, el poder fecundante y fertilizante. Así en el vocabulario ugarítico los términos relacionados con la creación son sexuales.

A pesar de las advertencias de Mosheh y Yehoshúa, cuando los israelitas se establecieron en la Tierra Prometida, empezaron a imitar a los cananeos que quedaban, al parecer con la esperanza de asegurar la fertilidad de su ganado y de las cosechas. Al mismo tiempo, pretendían seguir adorando a YHVH. La apostasía se generalizó después de la muerte de Yehoshúa (Josué). Los israelitas mantuvieron en sus campos altares, postes y otros efectos utilizados en la adoración de Baal, y, al parecer, hicieron caso a sus vecinos cananeos sobre cómo se debía agradar al “dueño”, o Baal, de cada territorio. También se les atrapó en las prácticas inmorales relacionadas con la adoración a Baal. Como resultado, YHVH los abandonó a sus enemigos.

 

 

CULTO A LA FERTILIDAD EN LA DEIDAD FEMENINA

 

La deidad femenina Astoret:

La deidad femenina se llamaba Astarté o también llamada Athtart, transliterado Atirat. En acadio DAs-tar-tú (también Astártu). En etrusco Uni-Astre (según las tablillas de Pyrgi). Astar en  Abisinia (actual Etiopía). Athar: diosa de la fecundidad y la lluvia en Arabia del sur. Ishtar: diosa de Mesopotamia, forma babilonia de una Gran Diosa que aparece en casi todo el ACO, especialmente en el ámbito semita. Inanna: diosa sumeria del amor, la naturaleza y la fertilidad. Ashtarté para los cananeos, Atargatis en los sirios, Ashtar para los moabitas. Artemisa de los griegos

Es una figura claramente femenina, que al mismo tiempo tiende a presentarse como diosa total, apareciendo así con funciones y poderes más extensos que los vinculados a las deidades masculinas o baales. Astarté conserva todavía rasgos de gran madre y recuerda, al mismo tiempo, el lado acogedor y creativo de la vida. Frente a la lógica masculina de tipo más racionalista o unilateral (que actúa por exclusión y violencia) se eleva aquí la lógica de la totalidad femenina. El Elohím o deidad  patriarcalita maculino tiende a imponerse por medio de exclusiones, como Marduk, que mata a su madre (Tiamat) para reinar en su lugar, pero de forma impositiva. En contra de eso, Astarté vincula los diversos aspectos de la vida; no actúa por exclusiones e imposiciones, sino por inclusiones; en su divinidad pueden vincularse todos.   

Representaba el culto a la madre naturaleza, a la vida y a la fertilidad, así como la exaltación del amor y los placeres sexuales. Con el tiempo se tornó en diosa de la guerra y recibía cultos sanguinarios de sus devotos (especialmente como Innana). Se la solía representar desnuda o apenas cubierta con velos, de pie sobre un león.

 

Como su culto se basaba en la prostitución (tanto masculina como femenina), se cree que el nombre Astoret es una forma hebrea del nombre semítico Astarté modificado por los judíos con las vocales de la palabra bōshet (‘abominación’). Su nombre suele encontrarse en el Antiguo Testamento en la forma plural Ashtaroth que posteriormente es tomado como uno de los principales espíritus malignos o demonios.  

 

La deidad femenina Isthar:

Era la diosa asiro-babilónica llamada "diosa de la mañana y del atardecer", a la vez que era la diosa del amor y de la sexualidad. Según la leyenda, aunque se la considera virgen, tiene muchos amantes, destacando Tammuz. Como Inana, su homóloga sumeria, tiene, al lado de su aspecto erótico, las funciones guerreras y astrológicas. También se convirtió en Asiría en la diosa de la guerra. Esta diosa, con mayor o menor intensidad en Babilonia y Asiría logró tener y mantener ambos caracteres conjuntamente. A Isthar en determinadas zonas se la consideraba como dios masculino, llamándole Atthar, otras como femenina y otras de los dos sexos. Dependiendo de la genealogía los atributos varían.

 

Su principal centro de culto se ubicaba en Erek (Uruk), donde se daba el culto a la fertilidad con su  prostitución sagrada a su servicio. La misma Isthar ejerce este menester con dioses, ella, pues, es la primera víctima de los deseos que inspira a los demás. Pero - como relata el Gilgamés- " tú cavas el foso a los animales influidos por la pasión y los celos y hieres a los hombres".

 




Prostitución sagrada en el culto de la fertilidad

La más “horrible costumbre” en Babilonia, escribió Heródoto (de quien se cree vivió cerca de 490 a 425 a.C.), era la extendida práctica de la prostitución en el Templo de Ishtar. Una vez durante sus vidas, se requería a todas las mujeres del país para que fueran al templo y se “expusieran ante un extraño” a cambio de plata. El historiador griego denunciaba que mujeres “ricas y altaneras” llegaban en “carruajes cubiertos”. Los persas del Mar Negro aparentemente se involucraban en actividades similarmente nefastas.

 

Según el geógrafo griego Strabo, “hijas vírgenes” de apenas 12 años de edad se dedicaban a un culto a la fertilidad: “Tratan a sus amistades tan amistosamente que hasta los divierten”.

En el gran templo de Ishtar en Babilonia, el E-ana, cercano al Gran Esagifa, moraban las sacerdotisas que se dedican al servicio de la diosa, es decir a efectuar actos de penetración vaginal para invocar a la diosa de la fertilidad y así pagar el precio del rito que se entregaga en la caja del Templo.

 

Las sacerdotisas tienen horarios fijos de culto, no aceptan sino a quien ha pagado el precio a la deidad femenina y no aceptan desviaciones del acto sencillo y directo. Están reputadas como religiosas y se les acuerda un tratamiento honorable cuando salen al exterior de su templo.

 

También en el ACO cada adolescente cananeo debía consagrar su primer acto sexual a la diosa y que este acto debe ser efectuado dentro del templo en la forma de un ritual, similar al de las sacerdotisas regulares del templo. Sobre esta forma de veneración carnal directa a la diosa hay muy pocas referencias, se tienen modelos de arcilla y representaciones de los órganos genitales tanto femeninos como masculinos en arcilla cocida (placas de terracota), encontrados en los depósitos del templo y algunas referencias en Herodoto y Diodoro Sículo y luego en Luciano, las cuales fueron repetidas por otros escritores posteriores en sus obras históricas y costumbristas.

 

Las mencionadas placas de terracota sirvieron para expresar su mundo simbólico e ideológico... desde lo más elevado como sus deidades, hasta lo más mundano como el sexo, conceptos que en el mundo acadio y babilónico estaban estrechamente vinculados: el sexo era fuente de vida y como tal había que explicarlo y comunicarlo en una cosmogonía repleta de metáforas sexuales, así como una proliferación de imágenes de carácter sexual, donde se muestra representaciones del sexo explícito que se realizaba en el culto a las deidades.



 

RESUMEN ESQUEMÁTICO

 

I.       Razones para el culto de la fertilidad:

 

A.    Los humanos antiguos comenzaron como cazadores-recolectores, pero a medida que la vida nómada llegó a establecerse, se desarrolló la necesidad de tener buenas cosechas y muchos rebaños.

 

B.     Los habitantes del Antiguo Cercano Oriente eran vulnerables a las fuerzas de la naturaleza. A medida que las civilizaciones se desarrollaron alrededor de los cuerpos más grandes de agua dulce, llegaron a depender del orden regular de las estaciones.

 

C.     Las fuerzas de la naturaleza se convirtieron en sus divinidades que necesitaban que se les invocara y controlara.

 

II.    El Dónde y el Por qué

 

A.    Las religiones de la fertilidad se desarrollaron en:

 

1.      Egipto (Nilo)

 

2.      Mesopotamia (Tigris y Éufrates)

 

3.      Canaán (Jordán)

 

B.     Hay una similitud básica entre los ritos de fertilidad del Antiguo Cercano Oriente.

 

C.     Las estaciones cambiantes e impredecibles y las condiciones climáticas motivaron el desarrollo de mitos que usan analogías humanas/divinas como base de la vida en el reino espiritual y en la tierra.

 

III. El Quién y el Cómo

 

A.    Quién (los dioses y las diosas)

 

1.      Egipto

 

a.       Isis (femenino)

 

b.      Osiris (masculino)

 

2.      Mesopotamia

 

a.       Ishtar/Inanna (femenino)

 

b.      Tammuz/Dumuzi (masculino)

 

3.      Canaán

 

a.         Ba’al (masculino)

 

b.         Asera, Astarte, Anath (femeninos)

 

B.     Cada una de estas parejas fueron mitologizadas de maneras similares:

 

1.      Uno muere

 

 

 

2.      El otro restaura

 

3.      El patrón de dioses que mueren y resucitan simulan los ciclos anuales de la naturaleza.

 

C.     La magia de la imitación veía a las uniones sexuales (ejemplo, el matrimonio de los dioses) como una manera de asegurar la fertilidad de las cosechas, de los rebaños y de la gente.

 

IV. Los israelitas

 

A.    Al pueblo de YHWH se le advirtió (por ej., en Levítico y Deuteronomio) que evitara los ritos de fertilidad (especialmente de Canaán).

 

B.     Estos ritos eran muy populares por la superstición de los seres humanos y el incentivo agregado de la actividad sexual.

 

C.     La idolatría implica que la bendición de la vida se busca en la práctica de los rituales, en lugar de por una fe personal en YHWH y la confianza en Él.

 

V.    Lecturas recomendadas

 

A.    Arqueología y la Religión de Israel, de W. F. Albright.

 

B.     Desarrollo de la Religión y Pensamiento en el Antiguo Egipto, de J. H. Breasted.

 

    James G. Frazer

 

1.        Adonis, Attis, Osiris

 

2.        Folklore en el Antiguo Testamento

 

3.        La Adoración de la Naturaleza

 

    Antes de la Biblia, D. H. Gordon

 

    Mitologías del Mundo Antiguo, S. N. Kramer.

 

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