¿Qué es bendición?

Es hacer o pronunciar santo; una solicitud al Elohím para la concesión de favor divino; otorgar bondad; favor; ensalzar como santo; glorificar; hablar bien de; proteger o guardar del mal; traer felicidad.

Las distintas palabras hebreas que por lo general se traducen “bendecir” o “bendición” aparecen unas cuatrocientas veces en las Escrituras. El verbo barákj se suele traducir “bendecir”. En algunos pasajes el término se traduce “desear el bien” (1Sa 25:14), ‘felicitar’ (1Cr 18:10), ‘saludar’ (2Re 4:29).

Hay varias clases de bendiciones (VERBO BDB 139; SUSTANTIVO BDB 139) Este sustantivo hebreo se encuentra en el nombre de la llanura baja de Beracá (que significa “Bendición”), pues fue en ese lugar donde Yehosafat y su pueblo bendijeron a YHVH. (2Cr 20:26.) Un verbo de la misma raíz se traduce ‘arrodillarse’ o “hincarse de rodillas”. (Gé 24:11; 2Cr 6:13; Sl 95:6.)

En el A.T. Las 2 bendiciones más comunes son:

1. Las bendiciones del Elohím mismo:

a. A todas las naciones a través de Avraham (y los patriarcas), ver Gn. 12:3; 22:18; 27:29; Hechos 3:25; Gálatas 3:8

b. dependen del arrepentimiento, Éx. 32:29; Jl. 2:12-14

c. dependen de la obediencia al pacto, Lv. 25:18-21

d. Una adecuada relación con el Elohím trae prosperidad (el ejemplo de las maldiciones frente a las bendiciones), Dt. 11:26,27,29; 23:5; 28:2,8; 30:1,19; Jos. 8;34; Sal. 133:3; El Pr. 10:22 dice:

“La bendición de YHVH... eso es lo que enriquece, y él no le añade ningún dolor.” YHVH bendice a los que aprueba al protegerlos, favorecerlos, guiarlos, hacer que prosperen y cubrir sus necesidades, con el consecuente beneficio para esas personas.

e. Sobre el Israel obediente, Dt. 12:15; 16:17; 32:13; Is. 44:3; Ez. 34:25-31; Mal. 3:10-12

f. Sobre los sacerdotes levitas, Ez. 44:28-31; Mal. 3:10-12

g. Sobre David y la línea mesiánica, 2 Sa. 7;29; Sal. 3:8; 21:3; 118:26 (ver Mt. 21:9; 23:39; Mr. 11:9; Lc. 13:35; 19:38; Jn. 12:13)

h. Sobre el que fue enviado divinamente, Sal. 118:26; 129:8

2. Las bendiciones de los padres:

a. Las bendiciones de Yitsjaq a Yaaqov (por engaño), Gé. 27:12,18-29,35

b. Yaaqov, Gé. 49:3-27, 28-29

c. Mosheh (como padre vicario), Dt. 33:1-25

La Palabra de YHVH, y aun en ese sentido, las bendiciones pronunciadas de los patriarcas, llegan a ser un poder independiente, auto dirigido, para lograr su propósito, Is. 55:1; 45:23; Mt. 24:35 (5:17-19); Mr. 13:31; Lc. 21:33. El poder de la palabra hablada puede verse en:

1. La creación (cuando dice, “dijo Elohím…”)

2. Al Mesías se le llama “la Palabra” o “el Verbo”, Jn. 1:1,14; 1 Jn. 1:1; Ap. 19:13

¡La bendición más grande del Elohím es YHVH Mismo! ¡Su Presencia personal está con nosotros y es para nosotros!___

Los soferim judíos, o escribas, enmendaron varios pasajes para que leyeran ‘bendecir’ en vez de ‘maldecir’ (1Re 21:10, 13; Job 1:5, 11; 2:5, 9), porque pensaban que era blasfemo hasta mencionar que alguien maldijese a YHVH.

En el NT griego significado literal del verbo griego euloguéō es “hablar bien de”. El vocablo euloguía (literalmente, “bendición”) se usa en Romanos 16:18 en un sentido desfavorable como “habla seductora”.

En el caso de los animales creados en el 5º día, la bendición Divina fue una declaración de su plan con respecto a ellos. (Gé 1:22.) La bendición del Elohím sobre Adam y Javah al fin del 6º día les hubiera permitido, de haber permanecido obedientes, continuar en su favor, porque Él hizo lo necesario para la satisfacción de todas sus necesidades espirituales y físicas. (Gé 1:28; 2:9; 5:2) Entre ellas la de fecundar hijos e hijas perfectos.

Cuando YHVH terminó su obra creativa terrestre en los 6 días creativos, no faltaba nada para el bienestar de Su creación. (Gé 1:31.) Entonces procedió a descansar, es decir, cesó de trabajar en este respecto, bendijo el 7º día y lo declaró sagrado, santo. La creación humana tenía ante sí la perspectiva de felicidad y bendiciones eternas. (Gé 2:3; Éx 20:11.)

Y así podemos decir de la serie de patriarcas temerosos del Elohím que también fueron bendecidos por Él. (Gé 9:1; 12:3; 18:18; 22:18.)

YHVH bendijo a Avrahán y Sarah haciendo fecundar a Sarah, lo que les permitió tener un hijo en su vejez. (Gé 17:16; 21:2.) Hizo prosperar a Avrahán y lo usó de manera simbólica para prefigurar cosas mayores. (Gál 4:21-26.) Por consiguiente, el que Elohím bendijera a Avrahán dándole un hijo cobra mayor significado en la promesa de bendición de gente de todas las naciones por medio de aquel a quien Yitsjaq prefiguró, Yeshúa-Mesías. (Gál 3:8, 14; Hch 3:25, 26; Heb 6:13-20.)

La bendición de YHVH sobre una persona o un pueblo depende de la obediencia a Él. (Éx 23:25.) Los marcados contrastes señalados en los capítulos 27 y 28 del libro de Deuteronomio muestran con claridad que la maldición de YHVH solo está con los desobedientes que no se arrepienten, mientras que su bendición descansa sobre los obedientes. Cuando recae sobre estos, la bendición produce prosperidad, siendo manifiesta en sus hogares, su tierra, su prole, sus animales, el suministro de alimento, sus viajes y cada uno de sus actos. “Las bendiciones son para la cabeza del justo.” (Pr 10:6, 7.) Cuando Israel era fiel y obediente a YHVH, Él se complacía en ‘abrirle las compuertas de los cielos y vaciar una bendición hasta que no haya más carencia’. (Mal 3:10.)

La bendición es lo que se pide a YHVH para que intervenga con Su Espiritu Santo en el culto nocturno familiar para la fecundación haciendo que Él Eterno otorgue fruto en la forma de hijos e hijas para la iglesia-hogar. (Gén 1:28)

Esencialmente, el hombre bendice a YHVH al alabarle en el culto. También se le bendice por medio de expresiones de gratitud, reconociéndolo como Aquel de quien fluyen todas las bendiciones, hablando bien de Él en toda ocasión, rindiéndole culto y sirviéndole. (Sal 26:12.) Otra forma de bendecir a YHVH es dándole frutos para la vida eterna. (Mt 24:14; Heb 13:15.)

El hombre ha bendecido a YHVH por librar a su pueblo Israel de la opresión (Éx 18:9, 10); por satisfacer sus necesidades (Dt 8:10); por su dignidad, poder, gobernación y belleza como Soberano Universal (1Cr 29:10-12, 20); por impulsar a Su pueblo a apoyar Su culto (2Cr 31:8); en oración de confesión por guardar Su Pacto (Torá) y Su misericordia (Ne 9:5, 31, 32); por dar sabiduría y poder (Da 2:19-23), y por proteger a Sus siervos y demostrar Su Soberanía (Da 3:28; 4:34). El libro de los Salmos bendice constantemente a YHVH y pide a todos en los cielos y en la Tierra que alaben Su Divino Nombre por sus muchas cualidades magníficas. El hombre también bendice a YHVH por la dádiva de Su Hijo Yeshúa. (Sal 16:7; 103:1, 20-22; 145:2, 10; Jn 3:16; compárese con Hch 2:8-11; Apo 7:11, 12; 14:6, 7.)

A Yeshúa mismo también han de bendecirlo todos. Elisabet bendijo a la madre de Yeshúa, Miryam, y al fruto de su vientre aún no nacido. (Lu 1:42.) Un buen ejemplo de nuestras queridas hermanas que desean quedar embarazadas en la iglesia-hogar. El origen celestial de Yeshúa, su venida en el Nombre de Abbá Kadosh como Su Hijo, su ministerio, su sacrificio vicario, su sacerdocio al modo de Melquisedec, su realeza y su bondad inmerecida hacen que con justicia sea aclamado como alguien bendito. (Jn 12:13; 2Co 8:9; Heb 1:2; 7:24-26.) En cumplimiento del Salmo 118:26, la muchedumbre lo aclamó como el Bendito de YHVH en su entrada triunfal en Yerushaláyim. (Mt 21:9.) Todas las gentes y los ángeles han de bendecirle. (Apo 5:12, 13.)

Es cierto que el ser humano no siempre puede cumplir las bendiciones que pronuncia en favor de otros. Cuando en la Biblia un hombre pronuncia una bendición, suele significar un ruego por la bendición divina, aunque no se exprese necesariamente en una oración. Así, aunque el objeto de tal bendición sea otra persona, la Fuente es ciertamente YHVH mismo. En otros casos, el que un hombre bendiga a su semejante constituye una expresión de gratitud, es decir, un reconocimiento de buenas cualidades o de un trabajo bien hecho.

¿Tenemos la autoridad Divina para bendecir a otros? Pablo expuso el siguiente principio al hablar de la superioridad del sacerdocio de Melquisedec sobre el de Leví: “Ahora bien, sin disputa alguna, lo menor es bendecido por lo mayor”. (Heb 7:7.) Al ser rey y sacerdote del Elohím, Melquisedec pudo hablar de Su parte con autoridad y de manera profética cuando bendijo a Avrahán. (Gé 14:18-20; Heb 7:1-4.)

Se ha bendecido a las personas que de algún modo han contribuido a la alabanza de YHVH. Mosheh bendijo a Betzalel y a los demás trabajadores cuando terminaron la construcción del Tabernáculo. (Éx 39:43.) A los sacerdotes y levitas, los guías espirituales de la nación de Israel, se les comisionó para bendecir al pueblo en numerosas ocasiones. (Nú 6:23-27; Le 9:22, 23; Dt 10:8; 21:5; 1Cr 23:13; 2Cr 30:27.) El sumo sacerdote Elí bendijo a los padres de Shemuel por la dádiva de su hijo para el servicio del Tabernáculo. (1Sa 2:20, 21.) David bendijo al pueblo después de llevar el Arca a Yerushaláyim (2Sa 6:18; 1Cr 16:2), y Shelomoh con sabiduría siguió el mismo proceder cuando consagró el templo a YHVH. (1Re 8:14, 55.) Simeón, ya anciano, bendijo a los padres terrestres de Yeshúa (Lc 2:34), quien a su vez bendijo a los niños que acudían a él. (Mc 10:16.)

1. Ocasiones para bendecir:

2. Al orar públicamente o privadamente.

3. Al alabar en cántico y música.

4. En la petición a favor de las hermanas de fe para que tengan hijos.

5. Al pedir una bendición sobre los alimentos que se van a compartir (1Sam 9:13; Mt 14:19; Lc 9:16.)

6. Al bendecir el pan y el vino en la Cena del Señor (Mt 26:26; 1Co 10:16.)

7. El padre, la madre o abuelos al bendecir a sus hijos y nietos poco antes de morirse. (Gé 27:1-4, 23-29; 28:1, 6;48:9,20;Dt 33:1; Heb 11:20,21; 12:16, 17.) Al pronunciar tales bendiciones, la mano del que bendecía se colocaba sobre la cabeza del que recibía la bendición. (Gé 48:13, 14.)

8. Los hijos también deben bendecir a sus padres. (Pr 30:11.)

9. Al saludar a otro se puede desearle una bendición indicando así un deseo de bienestar para esa persona (Cf. Gé 47:7; 1Sa 13:10; 25:14; 1Re 1:47; 2Re 10:15.)

10. Al viajar hacia algún lugar. Por ejemplo, la familia de Rivká la bendijo cuando se marchó de casa para casarse con Yitsjaq. (Gé 24:60; véase también Gé 28:1; 2Sa 19:39; 1Re 8:66.)

11. Al dar regalos (Gé 33:11; Jos 14:13; 15:18, 19), por eso el regalo mismo podía llamarse una bendición, de ahí la expresión “regalo de bendición”.

12. El las alabanzas a otros. Booz alabó a Rut por su bondad amorosa, y esta alabanza fue una bendición. (Rut 3:10.)