(gr. kai·rói e·thnṓn)

 

Luc 21:24 VIN "Caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones. A Yerushaláyim la pisotearán los gentiles hasta que se cumplan los tiempos de los gentiles."

 

Luk 21:24 DA. Algunos caerán al filo de la espada, otros serán llevados a todos los países de los Goyim; y Yerushalayim será pisoteada por los Goyim, hasta que el tiempo de los Goyim haya terminado. [135]

 

Aunque la nota al pie de página de la versión Kadosh de Diego Ascunze dice :[nº135] Esto se refiere sobre el control de Yerushaláyim por los Goyím (Gentiles), y esto sucedió en el año 1967, en la guerra de los 6 días. Debemos tener en cuenta también lo que dicen otros estudiosos sobre el tema, así como lo que dicen los lexicógrafos con respecto a los idiomas originales empleados en la traducción y su significado a raíz de lo que ya disponemos de las Escrituras Pre-mesiánicas. Examinemos ampliamente este tema que ha centrado mucho la atención de los estudiosos a lo largo de los pasados dos siglos anteriores y de estas últimas décadas.

 

 

Comentario Diccionario de VINE del N.T. Español:

 

Kairos (καιρος, G2540) , primariamente una medida apropiada, una proporción ajustada. Cuando se empleaba del tiempo significaba un período fijo o definido, una sazón; en ocasiones un tiempo oportuno en sazón (p.ej., Rom_5:6 «a su tiempo»; Gl 6.10: «a su tiempo»). En Mc 10.30 y Luk_18:30 «en este tiempo»(kairos), esto es, en esta vida, se da en contraste con el «siglo venidero» (véase SIGLO). En 1Th_5:1 «los tiempos y las ocasiones» (VM: «los tiempos y las sazones») «los tiempos» (cronos) se refiere a la duración del intervalo anterior a la Parousía de Mesías y el intervalo de tiempo que esta tomará ..., bajo el encabezamiento a la mitad del primer párrafo), así como a otros períodos; «las sazones» se refiere a las características de estos períodos. … Hablando en términos generales, cronos expresa la duración de un período, kairos destaca su caracterización por ciertas peculiaridades; así en Act_1:7 «el Padre puso en su sola potestad» tanto lo tiempos (cronos), las duraciones de los períodos, como las sazones (kairos), épocas caracterizadas por ciertos acontecimientos; en 1Th_5:1 «tiempos» se refiere a la duración del intervalo antes que tenga lugar la parusía (la presencia de Cristo con los santos cuando venga a recibirlos a sí mismo en el arrebatamiento), y a la duración del tiempo que tomará la parusía; «sazones» se refiere a las características especiales del período antes, durante y después de la parusía. Cronos marca cantidad; kairos, calidad (Vol. IV, pág. 153). En ocasiones la distinción entre las dos palabras no queda claramente distinguida, como p.ej., 2Ti_4:6, aunque incluso aquí la «partida» del apóstol da carácter al tiempo (Kairos). Las palabras aparecen juntas en la LXX solo en Dan_2:21 y Ec 3.1. En Luk_23:8 se emplea con Jikanos en forma plural: «Hacía tiempo que deseaba verle», lit.: «desde muchas temporadas». En Rev_10:6 cronos tiene el significado de «dilación» (VM), importante traducción para el entendimiento del pasaje (estando la palabra relacionada con cronizo, tomarse tiempo, demorarse, tardar, Mat_24:48; 25.5; Luk_1:21; 12.45; Heb_10:37

 

El Diccionario Teológico del N. T.

 

Mientras Cronos señala a una época determinada oa un período exacto (Vol. IV, págs. 274, 275) el término griego KAIRÓS expresaría lo oportuno, lo adecuado, y en un sentido temporal, “El momento favorable” o “la coyuntura apropiada” (Vol. IV, pág. 267). Otros estudiosos del tema informan que la distinción entre “cantidad y “calidad” no está tan definida y que en las Escrituras Chronos, o en plural Chronoi, es término inclusivo y abarca todas las significaciones posibles de Kairoi. Según Synonyms of the New Testament, por Trench, a veces Chronos aparece donde uno pensará hallar Kairós, citándose como ejemplo Lucas 1:57 y Gálatas 4:4.

 

Dice además que “en su sentido básico Kairósparece referirse a un punto decisivo en lugar, situación y tiempo.” Dice que en el N.T. Únicamente enHechos 11:15 entra el sentido de “oportunidad” (para indicar un tiempo propicio o favorable se usa más bien eúkairos o eukairía.) En los demás casos es el sentido de punto decisivo que predomina. Si esto fuese así,las explicaciones que en dichos diccionarios existen, modificarían sustancialmente el sentido de lo que Yehoshúa quiso decir cuando hablaba del “tiempo de los gentiles”. Cuando el Mesías hablaba de “tiempo” podía estar refiriéndose a una medida justa y apropiada, con una proporción adecuada y oportuna, y no necesariamente de un tiempo marcado o prefijado en el calendario. Es decir, Jerusalén sería “pisoteada hasta que los tiempos de las naciones tuvieran su punto decisivo, su plenitud, [“hasta que alcanzaran su plenitud” (Versión Bóver-O´Callahan)], su medida justa, su proporción adecuada y oportuna al fin a que se refería Yeshúa.

 

Por tanto, el llamado “Tiempo de los Gentiles” podría ser un tiempo indeterminado para el ser humano y no algo marcado o definido en la profecía bíblica. A fin de ilustrarlo para un mejor entendimiento, pongamos el ejemplo de la palabra “Madurez” y la “mayoría de edad”. La mayoría de edad se alcanza en nuestro país a los 18 años. Todo el que llega a esa edad ante la ley es mayor de edad. Sin embargo, la madurez no tiene una fecha concreta, unos la alcanzan antes que otros. No es la cantidad de años, sino la calidad de esos años vividos la que nos lleva a la madurez.

 

Esta interpretación podría ser confirmada por el uso bíblico de la palabra Kairós en otros lugares. Por ejemplo, se usa para referirse al “tiempo” (gr. Kairós) de la siega, el “tiempo” (gr. kairós) de los frutos y el tiempo (gr. kairós) de los higos (Mateo 13:30; 21:34; Marcos 11:13). ¿Qué fecha pondríamos para dicho tiempo?¿el 1 de septiembre por ejemplo?, ¿el dos?; ¿el 15?,. ¡Evidentemente no hay un día fijado!. La “época” o “tiempo” no señala a un día determinado, sino a una condición o estado, a una situación oportuna, cuando el fruto está maduro para ser recogido. Es cierto que a veces implica “tiempo” en el sentido cronológico de la palabra, pero es un tiempo fuera del alcance del conocimiento humano. Es tal y como indicó Yehshúa: “No os toca a vosotros saber los tiempos o sazones, que el padre puso en su sola potestad.”

 

Así pues, cuando Elohím vea que ese tiempo sea oportuno, “haya llegado a su medida plena y apropiada, a su proporción prevista por él, entonces se acabarán, terminarán por completo. No se miden con reloj, pues no están esos “tiempos” o “sazones” limitados como deja ver claro el uso bíblico de Kairós. El fin del pisoteo sobre Jerusalem coincidirá con el fin de las oportunidades a la salvación de las naciones, que por causa de la “incredulidad” de las “ramas naturales”, han tenido acceso a este privilegio (Rom. 11:11-27)

 

Comentarios de Biblia Plenitud:

 

21 . 24 Los tiempos de los gentiles : La expresión se refiere al intervalo entre la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C. y la Segunda Venida de Cristo, durante el cual el evangelio será proclamado en todo el mundo. Con todo y que Jerusalén a menudo simboliza al pueblo judío como un todo (Rev_11:2), Jesús está aquí profetizando también la incredulidad de la mayoría del pueblo judío durante la era de la Iglesia. La palabra «hasta» parece aludir a un Israel arrepentido dándole la bienvenida a su regreso (véanse Mat_23:39; Ro 11:11-27).

 

 

Comentario de Matew Henry:

 

Luk 21:20-28 Vv. 20-28.Podemos ver ante nosotros una profecía muy parecida a las del Antiguo Testamento que, juntas con su gran objeto, abarcan o dan un vistazo a un objeto más cercano de importancia para la Iglesia. Habiendo dado una idea de los tiempos de los siguientes treinta y ocho años, Cristo muestra que todas esas cosas terminarán en la destrucción de Jerusalén y la completa dispersión de la nación judía; lo cual será tipo y figura de la segunda venida de Cristo.

 

Los judíos dispersos a nuestro alrededor predican la verdad del cristianismo y demuestran que las palabras de Jesús no pasarán aunque el cielo y la tierra pasarán. También nos recuerdan que oremos por los tiempos en que la verdadera Jerusalén y la espiritual no serán ya más pisoteadas por los gentiles, y cuando judíos y gentiles sean vueltos al Señor.

 

Cuando Cristo vino a destruir a los judíos, vino a redimir a los cristianos que eran perseguidos y oprimidos por ellos; y entonces tuvieron reposo las iglesias. Cuando venga a juzgar al mundo, redimirá de sus tribulaciones a todos los suyos. Tan completamente cayeron los juicios divinos sobre los judíos que su ciudad es puesta como ejemplo ante nosotros para mostrar que los pecados no pasarán sin castigo; y que los terrores del Señor y todas sus amenazas contra los pecadores que no se han arrepentido se llevarán a cabo, así como su palabra sobre Jerusalén fue verdad y grande su ira contra ella.

 

La obra de Liddell y Scott Greek-English Lexicon (1968, pág. 859) la define como un “tiempo exacto o crítico”. Por lo tanto, kai·rós se usa para referirse a la “época” de la siega, la “época” de los frutos y “la época” de los higos (Mt 13:30; 21:34; Mr 11:13); el “tiempo apropiado” o ‘el debido tiempo’ para dar alimento (Mt 24:45; Lu 12:42); “el tiempo ha llegado” para el comienzo del ministerio de Yeshúa y el período de oportunidad que este brindó (Mr 1:15; Mt 16:3; Lu 12:56; 19:44), y el “tiempo” para su muerte en el que se menciona “mi hora está cerca” o “ha llegado mi hora”. (Mt 26:18.) Ciertos demonios que estaban a punto de ser expulsados de un hombre gritaron a Yeshúa: “Ellos gritaron: "¿Qué quieres con nosotros, Hijo deElohim? ¿Has venido para torturarnos antes del tiempo escogido?"”. (Mt 8:29.DA)

 

Kai·rós también se emplea con respecto a ocasiones futuras en el horario de Elohím, particularmente en relación con la “Parousía” del Mesías y su Reino. (Hch 1:7; 3:19; 1Te 5:1.) Por ello, el apóstol Pablo habla del “secreto sagrado” que Elohím reveló “nos ha dado a conocer su plan secreto, el cual, por su propia voluntad, diseñó de antemano con relación al Mashíaj, y lo pondrá en efecto cuando el tiempo esté maduro [kai·rṓn], ; su plan de reunir y poner bajo el control del Mashíaj todo lo que está en el cielo y en la tierra. [3] (Ef 1:9,10.)

 

Nótese que en la versión citada de Diego Ascunze se señala para kairós la expresión significativa “Cuando el tiempo esté maduro” o dicho en otra forma,“Cuando el tiempo sea favorable”. Así, en vista del significado de la palabra kai·rós según se emplea en el texto bíblico, es lógico concluir que la expresión “los tiempos de las naciones” se refiere a un “tiempo favorable crítico o apropiado”.

 

“Los gentiles” y “Jerusalén”.

 

El significado de las palabras de Yehoshúa está ligado necesariamente al

‘pisoteo de Jerusalén’, que, según dijo, sucedería hasta que se terminaran los “tiempos de los gentiles”. El término “gentiles”, Goyím en hebreo, es la traducción de la palabra griega é·thnē, que ha sido traducida modernamente como “naciones” y que los escritores de la Biblia utilizaron para referirse específicamente a las naciones no judías. El término “gentiles” es más exacto que traducir “naciones” puesto que Israel, que era una nación, no se incluía dentro de las naciones de Lucas 21:24. Los escritores de la Biblia utilizan este término para referirse específicamente a las naciones no judías, que iban a “pisotear” Jerusalén. Por esa razón, se entiende que la profecía aplica al período durante el cual Jerusalén se encontraría bajo dominación total gentil no bajo un gobierno judío o israelita.

 

La ciudad literal de Jerusalén estaba implicada en la profecía de Yehoshúa sobre la destrucción que vino años después sobre aquella ciudad cuando los romanos la arrasaron en 70 E.C., sus palabras acerca de “los tiempos de las naciones” proyectaban la profecía mucho más allá en el tiempo presente, y así lo han entendido varios comentaristas. Por ejemplo, la afamada obra Commentary, de F.C.Cook, dice que Lucas 21:24 “sirve para separar la parte estrictamente escatológica de la gran profecía [es decir, la que tiene que ver con los últimos días] de la parte que se refiere a la destrucción de Jerusalén propiamente dicha”.

Es esencial determinar el significado que se atribuye a “Jerusalén” en las Escrituras inspiradas a fin de averiguar si “los tiempos de las naciones” tienen que ver únicamente con la ciudad literal de Jerusalén o están relacionados con algo diferente y de mayor trascendencia.

 

Jerusalén era la capital de la nación de Israel; se decía que sus reyes —pertenecientes a la línea de David— ‘se sentaban sobre el trono de YHVH’. (1Cr 29:23.) Como tal, Jerusalén representaba el asiento del gobierno de Elohím en la Tierra ejercido por medio de la casa de David. Con su monte Sión, era “la cuidad del gran Rey (Melej Gadol)”. (Sl 48:1,2.) En consecuencia, Jerusalén pasó a representar el reino de la dinastía del rey David, del mismo modo que Washington, Londres, París o Moscú representan los gobiernos de naciones actuales, y por esos nombres se hace referencia a ellos en los comunicados oficiales. Después que las tropas romanas ‘pisotearon’ Jerusalén, destruyendo todo vestigio de linajes judíos acabando para siempre con el rasgo constante de sacrificios y ofrendas, ningún miembro de la dinastía davídica reinó en Jerusalén. Pero las Escrituras muestran que Yehshúa, el Mesías, nacido en la línea de David, gobernaría desde el monte Sión, o Jerusalén:

 

"Yo mismo he instalado a Mi Rey en Tziyon, Mi Monte Kadosh." [6] Declarando la ordenanza de YAHWEH: YAHWEH me dijo: 'Tú eres mi Hijo; hoy Yo te he engendrado. [7] Pide de mí y te daré los Goyim por herencia; y será posesión tuya todos los confines de la tierra. [8] Sl 2:6, 7, 8; Heb 5:5 Así que tampoco el Mashíaj se glorificó a sí mismo pa ra ser Kohen Gadol; sino que fue el Unico quien le dijo: "Tú eres mi Hijo; Hoy me he convertido en tu Padre."[Sal 2:7]

 

“Entonces miré y allí un Cordero estaba en pie sobre el Monte Tziyon; y con El había 144,000, que tenían El Nombre de su Padre escrito en sus frentes. [87] Oí un sonido del cielo como de aguas precipitándose, y como de truenos que destellan; el sonido que oí también era como de arpistas tocando sus arpas. Cantaban un canto nuevo ante el trono, y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos; y nadie podía aprender el canto excepto los 144,000 que han sido rescatados del mundo. Rev 14:1,3. Un Monte Sión en Hebreos 12:22 y 23 se dice de el: “...ustedes han venido al Monte Tziyon, esto es, la cuidad del Elohim viviente, Yerushalayim celestial, a miríadas de malajim en asamblea festiva, a una

comunidad del primogénito cuyos nombres están escritos en el cielo, a un juez quien es Elohim de todos, a ruajim de gente justificada que han sido traídos a la meta; [74]

 

Comienzo del 'pisoteo’

 

 

Para determinar el ‘pisotear’ a Jerusalén como la cuidad representante del reino de la dinastía de gobernantes davídicos, debemos entender antes que en Lucas 21 el escritor utiliza lo que se llama la forma del “futuro parafrástico” del verbo. Tal forma implica un sentido durativo más bien que un sentido puramente futuro (Citado de Larry Mattera)

 

Por eso, debemos entender la situación del pisoteo en el sentido durativo a partir de los rasgos determinantes en el contexto y que Yehoshúa señala a sus discípulos, es decir, lo que encontramos con respecto a Jerusalén y Judea en los versículos 20 al 24a:

 

Luk 21:20-24 DA "Sin embargo, cuando vean a Yerushalayim rodeada de ejércitos,

entonces tienen que entender que ella está por ser destruida. Aquellos que están en Yahudáh, tienen que escapar a las montañas; aquellos que estén dentro de la ciudad deben salir, los que estén en el campo, no pueden entrar en ella. Porque éstos son los días de venganza, cuando se hará realidad todo lo que está escrito en el Tanaj.

 

¡Qué tiempo tan terrible será para las mujeres preñadas y las madres amamantando! Porque habrá gran calamidad en La Tierra y juicio sobre el pueblo. Algunos caerán al filo de la espada, otros serán llevados a todos los países de los Goyim; y Yerushalayim será pisoteada por los Goyim, hasta que el tiempo de los Goyim haya terminado. [*] [*] [ Nótese también el sentido durativo del verbo como lo vierte el Códice Vaticano (B) 1209 “se cumplan y hallan de cumplir”]

 

Así, después de la destrucción de Jerusalén a manos de los romanos en el año 70 E.C. En aquella ocasión, como nunca antes se había dado, se quemaron los registros genealógicos de las descendencias tribuales y familiares,a si como los derechos de herencia (La Guerra de los judíos de Josefo, Libro VI cap. IV, secc. 5ª;

Libro II, cap. XVII, sec. 6ª; Libro VI, cap. VI, sec. 3ª) Los medios legales para determinar el linaje de los miembros de la tribu mesiánica de Judá y la tribu sacerdotal de Leví llegaron a su fin. La conquista se completó en tan solo cuatro meses y 25 días, desde el 3 de abril hasta el 30 de agosto del año 70 EC. La tribulación fue muy intensa pero notablemente corta siendo lo más parecido a un “pisoteo.”

 

Por otra parte, si nos tuviésemos que remontar mucho antes de esta destrucción en el año 70 EC., debemos decir con toda honestidad que hubo períodos en que los judíos tuvieron formas de gobierno judías y no gentiles (este es el caso de la época de los macabeos, o en el breve período de la revuelta judía del año 66 al 70 EC) pero ninguna época coincide con un gobierno de la dinastía davídica en Jerusalén ni siquiera con la proclamación de la República de Israel en 1948, pues no nació un estado hebreo gobernada por un descendiente real de la línea de David, que sepamos David Ben Gurión no se proclamó descendiente davídico siendo el primer presidente del Medinat Yisrael.. Más bien, nos encontramos, con que muchos siglos antes, cuando Nabucodonosor destruye Jerusalén y su Templo salomónico, y toma cautivo al destronado rey Sedequías quedando la tierra desolada. (2Re 25:1-26) nunca más hubo un sucesor real del linaje de David que reinara en Jerusalén, y por siglos, el gobierno gentil sobre Jerusalén se ejerció por diversos imperios que la capturaron.

 

Todo esto sucedió de acuerdo con las palabras proféticas dirigidas al rey vasallo Sedequías en Ezequiel 21:25-27 DA, a saber: “Así dice YAHWEH: '¡Te has quitado el turbante, y puesto la corona! Todo está siendo cambiado. Lo que estaba abajo lo has levantado, y lo que estaba en alto lo has traído abajo. [2R 25:5-7] ¡Ruina, ruina, ruina! La dejaré hecha una ruina tal como nunca ha sido, y se quedará de esa manera hasta que el Rey justo venga, y Yo se la dé a El. [106]

 

La nota sobre este texto en la Versión Diego Ascunze dice: “[106] La Corona, el Reinado de Yahudáh pasaría de Yehoyajim a Tzïdkiyah y después a Gedalyah el gobernador nombrado por Nevujadretzar, y después permanecerá vacío hasta el regreso de Yehshúa HaMashíaj, a quien realmente pertenece.”

 

Y es que en las Escrituras Mesiánicas se demuestra que el que tiene “el derecho” a la corona davídica que Sedequías perdió es Yehshúa el Mesías, de quien el ángel dijo, al anunciar su nacimiento futuro: “YHVH haElohím le dará el trono de David su padre, y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y de su reino no habrá fin”. (Lu 1:32, 33.)

 

Por todo, si tomamos estos datos históricos anteriores a la destrucción de Jerusalén por Roma en el 70 EC, como indicativos de un “pisoteo” gentil ininterrumpido sobre Jerusalén desde el último rey del linaje de David -que realmente reinó en Jerusalén por 11 años- , podemos decir también que la dinastía y el gobierno davídicos quedaron interrumpidos, en un estado inoperante bajo las potencias gentiles.

 

Sobre esto, la obra Bible Dictionary (de Unger, 1965, pág. 398) comenta: “Por consiguiente, los Gentiles, es decir, ‘las naciones’, avanzan hacia el fin de su administración o gobernación de la Tierra. El fin de dicho período supondrá el fin de ‘los tiempos de los gentiles’ (Lu 21:24; Da 2:36-44)”. (Compárese con Eze 17:12- 21; también con la representación de la caída de Medo-Persia en Da 8:7, 20.)

 

Si tomamos los llamados tiempos de los gentiles o de los Goyím, de los que nos habla Yehoshúa, como comenzados con el derrocamiento de la linea de David por Nabucodonosor entonces está claro que dichos “tiempos” habrían de tener un final relacionado con el Gobierno de YHVH en manos de Aquel que si tiene el derecho legal a reinar en Jerusalén, el propio Yehoshúa ha-Mashiaj.

 

Es cierto que Yeshúa en el contexto de Lucas 21: 20 al 24 no nos señala ese pasado distante de gobernación gentil sobre Jerusalén desde la época Neo-Babilónica, pero sin embargo, se refirió al contenido del libro del profeta Daniel al menos dos veces en la profecía concerniente al tiempo del fin. (Compárese Mt 24:15, 21 con Da 11:31; 12:1.) relacionando la tribulación grande con lo que experimentaría Jerusalén para el tiempo que los ejércitos romanos estuviesen de pie en el recinto del Templo. Dicen los textos: Mat 24:15 DA "Así que, cuando vean la abominación que causa devastación, [155] [Da 9:27; 11:31; 12:11] de pie en el Lugar Kadosh, dicho por el profeta Daniel " (el que lea, entienda la alusión),...Mat 24:21 ¡Pues habrá un sufrimiento tan grande, cual no lo ha habido nunca desde el principio del mundo, y no habrá algo como esto jamás![Jl 2:2; Da 12:1]

 

En el libro de Daniel encontramos un cuadro de la dominación de la Tierra por las potencias gentiles. El segundo capítulo de Daniel contiene la visión profética (recibida por el rey Nabucodonosor) de la gran imagen. Daniel explicó por inspiración que esta imagen representaba la sucesión de potencias mundiales gentiles, que culminaría con su destrucción a manos del Reino establecido por “el Dios del cielo”, y la posterior gobernación de este Reino sobre toda la Tierra. (Da 2:31-45.) Ha de notarse que la imagen comienza con la cabeza de oro” el propio Nabucodonosor el rey del Imperio neo-babilónico, la primera potencia mundial que arrasó con Jerusalén al derrocar la dinastía davídica y dejar vacante “el trono de YHVH” en aquella ciudad, pero nada hay en la visión que nos hable de la duración de todas las potencias políticas simbolizadas en la gran imagen del sueño. No hay modo de saber “cuanto duran los tiempos de los gentiles” en consonancia con la imagen de dichas potencias.

 

El árbol del capítulo 4 de Daniel y los siete tiempos.

 

Si bien es verdad que la visión del árbol aplica de modo claro y atendible al rey Nabudonosor como “árbol cortado” que fue humillado durante 7 años lunares por YHVH para que reconociese que solo había un Elohím que podría derrocar reyes y gobiernos terrestres, es muy posible que también sea una visión que tiene la intención de dar a conocer la soberanía universal de YHVH sobre toda la tierra.

 

Dan 4:17 "Está orden está decretada por los Vigilantes, la demanda es una palabra de los Kadoshim, para que todos los vivientes puedan conocer que el Altísimo gobierna el reino humano, que El se lo da a quien El le place y que puede levantar sobre ello al más bajo de los mortales." [33]”

 

Note el lector que el propósito de Elohím en esta visión dada a este rey caldeo era también un mensaje de advertencia para todos los humanos de que Elohím tiene en su mano “la última carta” y que puede colocar en la gobernación de toda la humanidad a quien Él quiera (Da 4:10-17; véase 4:16, nota.) incluso al prometido ben David Yahoshúa haMashiaj.

 

Un examen de todo el libro de Daniel revela que el factor tiempo es muy importante en sus visiones y profecías. Tanto las potencias mundiales como los sucesos que se narran en cada una de estas visiones no son independientes ni acontecen al azar o en un tiempo indefinido, sino que se encuadran en un fondo

histórico y cronológico. (Compárese con Da 2:36-45; 7:3-12, 17-26; 8:3-14, 20-25; 9:2, 24-27; 11:2-45; 12:7-13.) Además, el libro señala repetidas veces hacia el futuro, a lo que constituye el tema de sus profecías: la instauración de un Reino eterno de Elohím ejercido mediante la gobernación del “hijo del hombre”. (Da 2:35,44,45; 4:17, 25,32; 7:9-14, 18, 22,27; 12:1.) El libro de Daniel también se distingue por sus referencias al“tiempo del fin”. (Da 8:19; 11:35,40; 12:4,9.)

 

El símbolo de un “árbol” que se usa en la visión profética de Daniel de ninguna manera es único. Los árboles se emplean en otras partes para representar gobiernos, incluso el reino representativo de Yahwéh en Jerusalén. (Compárese con Jue 9:6-15; Eze 17:1-24; 31:2-18.) Tanto el “retoño” de un tocón como el símbolo de una “ramita” o “brote” se encuentran en diversos pasajes como representación del renuevo de la gobernación de cierto linaje, particularmente en las profecías mesiánicas. (Isa 10:33–11:10; 53:2-7; Jer 23:5; Eze 17:22-24; Zac 6:12, 13; compárese con Job 14:7-9.) Yeshúa se llamó a sí mismo “la raíz y Descendencia de David”. (Rev 5:5; 22:16.)

 

Es evidente que el punto clave de la visión es el ejercicio de la soberanía incuestionable de YHVH en el “reino humano”, lo que provee la guía para comprender el significado pleno de la citada visión. Al interpretar el sueño, el árbol se aplica a Nabucodonosor, que en ese momento de la historia era el cabeza dirigente de Babilonia, fue para darle la lección de humildad a dicho rey y al ser humillado para que lograra entender que el Soberano Universal era el Saddai o el Altísimo y no él y de que Elohím puede colocar en el gobierno mundial de la humanidad a quien desee, como el caso de su propio Hijo Yeshúa al que más adelante en Daniel mismo se nos deja ver viniendo en las nubes a fin de tomar gobernación mundial de parte del Padre celestial:

 

Dan 7:13 "Yo seguí mirando las visiones de la noche, cuando vi, viniendo con las nubes del cielo, alguien como el Ben Ha Adam. [61] El se acercó Al Anciano de días y fue llevado ante Su presencia. Dan 7:14 Y a El le fue dado dominio, el honor y el reino, para que todas las naciones, tribus y lenguas le sirvieran. Su dominio es un dominio eterno que no pasará nunca; y Su Reino es uno que nunca será destruido. [62]”. (Da 7:13,14.)

 

La propia profecía de Yehoshúa, en la que aparece la referencia a “los tiempos de las naciones”, es muy factible que tenga que ver con ese ejercicio de dominación mundial como el rey escogido de Abbá, el heredero de la dinastía davídica que nos deja ver el caítulo 7 de Daniel. (Mt 24:30, 31; 25:31-34; Lu 21:27-31,36.) De este modo, el tronco simbólico habría de brotar nuevamente en el reino del Hijo del Hombre Yeshúa. (Sl 89:27, 35-37.) Diego Ascunze en sus notas sobre este reino dice: [62] El Reino de Yahshúa en la tierra (Milenio, Atid Lavoh),

 

Es significativo que la Biblia, especialmente el libro del Daniel, represente la dominación mundial por las potencias gentiles mediante bestias que se hallan en oposición al pueblo santo de Elohím y su “Príncipe de príncipes”. (Compárese con Da 7:2-8, 12, 17-26; 8:3-12, 20-25; Apocalipsis 11:7; 13:1-11; 17:7-14.) Los lexicógrafos dicen que la palabra “tiempos” (del arameo ‛id·dán) se usa en la profecía de Daniel con el significado de “años”. (Véase Lexicon in Veteris Testamenti Libros, de L. Koehler y W. Baumgartner, Leiden, 1958, pág. 1106; A Hebrew and English Lexicon of the Old Testament, de Brown, Driver y Briggs, 1980, pág. 1105; Lexicon Linguae Aramaicae Veteris Testamenti, edición de E. Vogt, Roma, 1971, pág. 124.) La duración de un año en el cómputo babilónico y judío, corresponde a años lunares de 360 días. Para que los años lunares pudieran ajustarse a los solares lo que se hacía era que cada 19 años se añadía 7 veces un mes decimotercero de 29 días.

 

 si pretendemos darle una segunda interpretación escatológica a la visión del árbol, que originalmente representó al imperio neo-babilónico en las manos de Nabucodonosor, entonces podríamos computar los 7 tiempos no como nos dicen los lexicógrafos, en el sentido de años lunares literales, sino a la manera bíblica del simbólico número “7”, y entonces tenemos que decir que la gobernación humana gentil sobre toda la tierra, transcurre por un periodo “indeterminado” pero que es en todo sentido “completo” por determinación divina finalizando cuando “el tiempo es favorable” para la instauración en la Tierra del Reino mesiánico en manos de Yehoshúa haMashiaj. Si esto es así, entonces también tendríamos armonía interpretativa con el capítulo 2 de la imagen colosal simbólica de las potencias gentiles sobre la Tierra, cuya duración está indeterminada al menos en la parte final de la imagen, es decir, los pies de barro y hierro mezclado. Además si supiéramos la duración de la dominación gentil sobre lo que representa Jerusalén también sabríamos cuando vendría el fin y como Yeshúa indicó eso nadie lo sabe solo el “Padre” y no nos toca a nosotros saber los “tiempos y sazones” que el Padre ha dejado a su jurisdicción.

 

De todos modos, es muy aventurado decir que Yehoshúa quiso decir que los “tiempos de los gentiles” estaban ya “señalados” en el capítulo 4 de Daniel y que estaban ya sucediendo en aquel mismo instante del “pisoteo” de Jerusalén. No se puede dogmatizar que Yehoshúa en Lucas 21 se refiera a los “7 tiempos” de locura de Nabucodonosor ni a una segunda aplicación de la susodicha visión del árbol. Tanto en Lucas como en Mateo Yeshúa alude no a este capítulo 4º sino al cumplimiento del capítulo 11:31 primeramente en las tropas de Roma invadiendo el lugar sagrado del Templo de Jerusalén y posteriormente aplicando a la gran tribulación para el pueblo de Israel según nos indica el capítulo 21:1 de Daniel.

 

En principio se estimó que los siete tiempos de los que hablaba Daniel equivalían a 7 años; pero, no a siete años solares de 365,25 días, sino a 7 años proféticos de 360 días cada uno. De aquí parte todo el asunto. Se trata en principio de 7 años proféticos de 360 días, lo que supone 2.520 días (7 x 360). Si se hubieran aplicado 7 tiempos a años solares serían 2.557 días en números redondos (7x365,25). Distinguimos, pues, entre años solares o comunes y años proféticos. La profecía de Daniel de los 7 tiempos comenzó a interpretarse como de 7 años proféticos.

 

 

La ciudad terrenal de Jerusalén durante el siglo I.

En el siglo I de la Era Cristiana (también llamada hoy día la Era Común), Jerusalén contaba con una población de aproximadamente 80.000. El historiador romano Tácito reportó que unas 600.000 personas se encontraban en la ciudad durante la Primera Guerra Judío-Romana, la que comenzó en 66 d. C., quedándose destruida Jerusalén y su grandioso templo en 70 d. C.

El historiador judío Josefo relata que veintenas de miles de zelotes y sicarios, ambos grupos de la raza judía, y, además, aproximadamente veinte mil idumeos(estos eran descendientes de Esaú convertidos forzosamente al judaísmo por los Macabeos), entraron en la ciudad durante los años previos al inicio de la Primera Guerra Judío-Romana, peleando contra los gobernantes judíos legítimamente constituidos y los sacerdotes levíticos.

Imponiéndose, abusaban terriblemente de la población, matando a gran número, incluso a sacerdotes. En particular, los zelotes profanaron al templo, estableciendo su cuartel en el Lugar Santo.

Sitiando los romanos a Jerusalén durante tres años, terminaron arrasándola, quemando el glorioso templo soldados romanos enfurecidos por las muchísimas bajas que habían sufrido. Josefo testifica que 1.100.000 judíos perecieron en Jerusalén durante el sitio. Tan elevado número de judíos en la ciudad se debía en parte al hecho de haber venido tantos de ellos de otros lugares para celebrar las fiestas solemnes de la Pascua y Pentecostés1.

Durante su ministerio personal en la tierra, Jesucristo profetizó, con lujo de detalle, la destrucción de Jerusalén y su templo2. Cuarenta años después, ¡sus profecías se cumplieron al pie de la letra! Uno de muchísimos hechos verificables acerca de Yeshúa de Nazaret que ateos, escépticos, burladores, seculares de toda calaña, judíos descreídos y gente materialista-sensual, incluso cristianos mundanos, deberían tomar muy en serio. Pues, si sus profecías sobre Jerusalén fueron cumplidas can tanta precisión, y tantas profecías antiguas sobre él3 también fueron cumplidas acertadamente, ¿por qué poner en tela de juicio o descartar sus demás pronunciamientos acerca de lo venidero, por ejemplo, su 2ª Venida y el Juicio de las almas4?

En lo concerniente a la Jerusalén terrenal del siglo I, Jesús también dijo, proféticamente tal como citamos al comienzo del artísulo: “Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan” (Lucas 21:24).

 

Cumplida la profecía sobre “el tiempo de los gentiles”

Pues bien, los romanos, gente de la raza gentil, hollaron espantosamente a Jerusalén en 70 d. C., entrando con devastadora violencia en ella y pisoteándola tan duramente que aquella ciudad –tan hermosa, con espléndidas construcciones en adición al sin igual templo-5 quedó completamente aplastada, reducida a escombros y cenizas. A los judíos les fue vetado reconstruirla, o siquiera poner pie en el terreno donde había existido.

Desde aquella fecha en adelante, por d19 siglos, Jerusalén permaneció bajo el control de gentiles de distintas procedencias, nacionalidades y creencias religiosas. Al respecto, una tabla con fechas y cifras de habitantes, según su raza o creencia religiosa, se encuentra en http://en.wikipedia.org/wiki/Demographic_history_of_Jerusalem. Verdaderamente, las profecías del Mesías sobre Jerusalén han sido cumplidas larga y plenamente.

 

El Estado de Israel establecido en 1948

“El 14 de mayo de 1948, David Ben-Gurion, cabeza de la Agencia Judía, proclamó el establecimiento del Estado de Israel. Aquel mismo día, Harry S. Truman, presidente de los Estados Unidos de América, reconoció la nueva nación.” 6

 

 

David Ben-Gurion lee la Declaración de Independencia de Israel en el Museo de Tel Aviv. Tel Aviv, 14 de mayo de 1948.

 

Colección de fotos: Oficina de Prensa del Gobierno, Israel

Al día siguiente estalló la Guerra Árabe-Israelí de 1948.A consecuencia de esta guerra, la ciudad de Jerusalén fue dividida entre los contrincantes, anexionando el nuevo Estado de Israel la parte occidental (Jerusalén de Occidente) y Jordania la parte oriental (Jerusalén de Oriente).

El azul indica el área ocupada por el Estado de Israel de 1949 a junio de 1967. La línea negra encierra los límites expandidos de Jerusalén bajo el mando de los israelíes desde junio de 1967 hasta el presente (mayo de 2015). Jerusalén, “completa y unida”, declarada capital del Estado de Israel por los judíos.

Jerusalén unificada y puesta bajo el mando de los israelíes en 1967

19 años más tarde, en 1967, de nuevo se enfrascaron en guerra el Estado de Israel y algunos estados árabes circundantes.

“El 7 de junio de 1967, durante la Guerra de los Seis Días, fuerzas israelíes avanzaron más allá de la Línea del Armisticio Acordado de 1949, entrando en los territorios de Cisjordania [West Bank]tomando control de la Ciudad Antigua de Jerusalén, incluso el Monte del Templo. Shlomo Goren, el Rabí en Jefe de las Fuerzas Israelíes Defensoras, dirigió a los soldados en celebraciones religiosas sobre el Monte del Templo y la Muralla Occidental. El Rabinato Israelí Principal también declaró un día feriado religioso para el aniversario, el que se llama Yom Yerushalayim (Día de Jerusalén), el cual se convirtió en un día feriado nacional para conmemorar la reunificación de Jerusalén. Unos pocos días después de terminada la guerra, más de 200.000 judíos se fueron en tropel a la Muralla Occidental, lo que constituyó el primer peregrinaje masivo judío cerca del Monte del Templo desde la destrucción del Templo en 70 CE [Era Común, o Era Cristiana].

Levi Eshkol, el Primer Ministro de Israel en aquel tiempo, cedió control de acceso al Monte del Templo al Wagf Islámico de Jerusalén. Desde entonces el sitio ha sido un punto de inflamación entre Israel y los musulmanes locales.” 8

 

Jerusalén hollada por los gentiles hasta 1967

 

Dados aquellos eventos de 1967, salta a la vista un hecho vinculado inextricable e innegablemente con aquella profecía de Jesucristo, a saber: ¡Jerusalén fue hollada por los gentiles hasta el 1967! Efectivamente, las fuerzas armadas y el gobierno del Estado de Israel tomaron potestad sobre toda la ciudad de Jerusalén en junio del 1967. Y la mantienen hasta el presente (2018). ¡Los gentiles ya no pisotean a Jerusalén! No la gobiernan. No la manipulan. Desde 1965 hasta hoy.

 

“Jerusalén, completa y unida, es la capital de Israel”

 

30 de julio de 1980

A continuación, la declaración oficial del gobierno de Israel

 

Ley Básica: Jerusalén, Capital de Israel.

http://www.knesset.gov.il/laws/speciaL/eng/basic10_eng.htm

 

(Traducción no oficial del hebreo al inglés, tal cual aparece en el sitio
de Internet identificado. Traducción del inglés al español por HSdeÁ)

Nota: “Knesset” identifica al parlamento de Israel, el cual es
de una sola cámara, con 120 escaños.

 

1. Jerusalén, completa y unida, es la capital de Israel.

2. Jerusalén es la sede del Presidente del Estado, el Knesset, el Gobierno y la Corte Suprema.

3. Los Lugares Sagrados serán protegidos contra profanación y cualquier otra violación, y de cosa cualquiera que tienda a violar el libre acceso de los miembros de distintas religiones a los lugares tenidos sagrados por ellos, o [que tienda a violar] sus sentimientos hacia tales lugares.

4.   (a) El Gobierno proveerá para el desarrollo y la prosperidad de Jerusalén y el bienestar de sus habitantes mediante asignar fondos especiales, incluso una concesión anual al Municipio de Jerusalén (Concesión a la Ciudad Capital), con la aprobación del Comité de Finanzas del Knesset.

(b) A Jerusalén se le otorgará una prioridad especial en lo referente a las actividades de las autoridades del Estado, con el propósito de promover su desarrollo económico, al igual que como en otros aspectos.

(c) El Gobierno establecerá un cuerpo especial, o cuerpos especiales, para la implementación de esta sección.

5. En lo concerniente a esta Ley Básica, la jurisdicción de Jerusalén incluye toda el área descrita en el apéndice de la proclamación, expandiendo las colindancias del Municipio de Jerusalén, empezando el 20 de Sivan de 5727 (28 de junio de 1967), de acuerdo con lo autorizado según las Ordenanzas de la Ciudad.

6. Ninguna autoridad estipulada en la ley del Estado de Israel o del Municipio de Jerusalén puede ser transferida, bien permanentemente bien por un período determinado de tiempo, a algún cuerpo ajeno, ya político o gubernamental ya de cualquier otro tipo de cuerpo extranjero.

7. Las cláusulas 5 y 6 no pueden ser modificadas a menos que sea por medio de una Ley Básica aprobada por una mayoría de los miembros del Knesset.

MENAHEM BEGIN
Primer Ministro

YITZCHAK NAVON
Presidente del Estado

* Aprobado por el Knesset el 17th Av, 5740 (30 de julio de 1980) y publicado en Sefer Ha-Chukkim No. 980, el 23rd Av, 5740 (5 de agosto 1980), p. 186. El Proyecto y la Nota Explicativa fueron publicados en Hatza'ot Chok No. 1464 de 5740, p. 287.

La Enmienda No. 1 fue aprobada por el Knesset el 29th Heshvan 5761 (27 de noviembre de 2000) y publicada en Sefer Ha-Chukkim No. 5762, p. 28.

 

¿Profecía cumplida diecinueve siglos
después de pronunciada?

“…y Jerusalén será hollada por los gentiles,
hasta que el tiempo de los gentiles se cumpla.”

Definitivamente, Jerusalén no ha sido hollada por gentiles desde junio del 1967 . la ciudad, “completa y unida”, ha sido gobernada por israelíes.

Pero…

La Organización de Naciones Unidas no reconoce a Jerusalén como la capital del Estado de Israel. “Ningún país del mundo, con la excepción de Israel, ha reconocido a Jerusalén como la capital de Israel. Muchos no la reconocen como propiedad de Israel. Muchos de los estados que son miembros de la ONU sostienen la proposición de las Naciones Unidas al efecto de que Jerusalén debería tener un estatus internacional.” 10

¡Noticia de primera plana! “El 6 de diciembre de 2017, Donald Trump, Presidente de los Estados Unidos de América, anunció que los Estados Unidos reconocen a Jerusalén como la capital de Israel, y ordenó la planificación de la reubicación de la Embajada de los Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén.  … El 14 de mayo de 2018, la Embajada de los Estados Unidos fue abierta oficialmente en Jerusalén…” https://en.wikipedia.org/wiki/United_States_recognition_of_Jerusalem_as_capital_of_Israel

 

Así que…

...en el contexto de leyes internacionales, el estatus político actual de Jerusalén y, además, su futuro estatus político, siguen, efectivamente, en entredicho para muchos países y organizaciones.

Pero…

…crece el respaldo para conservar a Jerusalén como la “capital eterna” de Israel. Por ejemplo la Declaración de Jerusalén dice:“Jerusalén ha de permanecer como la Capital Unida de Israel”. Cada firmante afirma: “Declaro que Jerusalén es la capital de la Gente Judía y apoyo todos los esfuerzos para mantener y fortalecer a la Jerusalén unida como la capital indivisible del Estado de Israel”. La Declaración ya cuenta con más de 3.000.000 firmas.11 

Los israelíes, presionados por la comunidad internacional, ¿devolverían una porción de Jerusalén a los gentiles –a palestinos, otros árabes, otros gentiles? El tiempo dirá.

De todos modos…

El destino de la Jerusalén terrenal será el mismo determinado sobre todas las ciudades terrenales. 

 

“Y la gran ciudad fue dividida en 3 partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira” (Apocalipsis 16:19).

 

 Jerusalén, la terrenal, figura entre “las ciudades de las naciones” que caerán al transcurrirse los eventos de la Séptima Copa12, la última de las “siete copas… llenas de la ira de YHVH13. Atañe a la categoría de “las cosas que se ven”, las que “son temporales”. Siendo “temporales”, no perduran eternamente14. Así pues, que la gobiernen solo judíos, judíos y gentiles o solo gentiles, es ciudad terrenal-temporal encaminada a la eventual desaparición total.

Con todo…

Sabios son aquellos que están pendientes a “las señales de los tiempos”15, ya que, al percatarse acertadamente de ellas, no están “en tinieblas”, orientándose y preparándose para el desenlace del plan Divino para la humanidad y el universo material16, o sea, la consumación del “misterio de Elohím” en el tiempo de la 7ª Trompeta17.

 

Entre “las señales de los tiempos” figura, seguramente, el cumplimiento de “los tiempos de los gentiles” en lo concerniente a su dominio sobre la ciudad terrenal de Jerusalén. Sigamos, pues, cotejando su cumplimiento, el que comenzó, según los acontecimientos, en junio del 1967, y continúa hasta la fecha.

 

En particular, a los israelíes que se encuentran en la Jerusalén terrenal de actualidad y en el Estado de Israel, como, además, a los judíos en todo el mundo, les convendría, postulamos, prestar muchísima atención a la señal de “los tiempos de los gentiles”. Darse cuenta de ella. Tomarla muy en serio. Para que comprendan que aquel Yeshúa de Nazaret hablaba de parte de YHVH Elohím, emitiendo profecías que no fallaban, enfocando especialmente a la ciudad de Jerusalén. ¿No fueron destruidos el templo y todo Jerusalén justamente cómo y cuándo él profetizó? ¿No se está presenciando en la actualidad cumplirse su profecía sobre “los tiempos de los gentiles”? ¡19 siglos después de emitida la profecía! ¿No será este Yeshúa el Mesías prometido?

 

“En 2011, Jerusalén tenía una población de 801.000, de los cuales había 497.000 judíos (62%), 281.000 musulmanes (35%), 14.000 cristianos (alrededor del 2%) y 9.000 (1%) no clasificados por religión.

A comienzos de 2015, la población del Estado de Israel era de 8.296.000.

La población de judíos en todo el mundo es de 13.300.000. A nivel mundial, el crecimiento poblacional de judíos es caso cero.” http://www.simpletoremember.com/vitals/world-jewish-population.htm

 

Pero…

¿De qué nos vale discernir “las señales de los tiempos”, incluso la de hollar los gentiles a la Jerusalén terrenal “hasta que el tiempo de los gentiles se cumplan”, si no hemos obedecido a la verdad de YHVH para que sean purificadas nuestras almas18?

 

No solo creer que Yeshúa de Nazaret es, de veras, el Mesías sino confesarlo como Salvador, Mediador del “Nuevo Pacto”19 y, además, que él es Señor y Rey del único Reino espiritual-celestial de YHVH Elohím20. También, arrepentirse de incredulidad, ignorancia espiritual y todo pecado, para enseguida sumergirse en agua, o sea, bautizarse, “para perdón de los pecados”21.

 

Entonces, añadido por el propio Yeshúa Mesías a su Iglesia nazarena del Divino Amor, continuar hasta el fin como fiel discípulo suyo, heredando, conforme a las promesas inmutables del Creador, “cielos nuevos y tierra nueva en los cuales mora la justicia”22, con su “ciudad del Elohím vivo, Jerusalén, la celestial”23. Qué conste: “celestial”, y no terrenal.

 

Ánimo, pues, amigo judío, amigo gentil, a tomar los pasos necesarios para el disfrute eterno de tan inigualable bendición.

 


 

1 Abundancia de datos en Josefo: las obras esenciales. Editorial Portavoz. Página 324, en adelante. También en artículos sobre Jerusalén y Edóm (Jerusalem and Edom) en www.wikipedia.org.

2 Mateo 24, Marcos 13 y Lucas 21:5-38.

3 Isaías 53:1-12.

4 Juan 5:28-29; Mateo 25:31-46, Mateo 13:47-50.

5 Ver los modelos de la Jerusalén y el templo del Siglo I en www.editoriallapaz.org/templo_Jerusalen_Herodes_PP.htm www.editoriallapaz.org/templo_Herodes_propio.htm

6 https://history.state.gov/milestones/1945-1952/creation-israel

7 http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_%C3%A1rabe-israel%C3%AD_de_1948

8 Traducción de una porción de la mucha información en www.wikipedia.org sobre Jerusalén, Israel, el Estado de Israel, East Jerusalem, West Jerusalem, West Bank, etcétera. Se me pasó tomar nota del artículo particular, y no he podido encontrar de nuevo la cita traducida.

9 http://en.wikipedia.org/wiki/Positions_on_Jerusalem

10  http://en.wikipedia.org/wiki/Positions_on_Jerusalem

11 http://unitedwithisrael.org/declaration/    http://unitedwithisrael.org/jerusalem-eternal-capital/

12 Apocalipsis 16:17-21

13 Apocalipsis 15:7-8

14 2 Corintios 4:18

15 "¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis" (Mateo 16:1-4).

16 "Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón" (1 Tesalonicenses 5:4).

17 Apocalipsis 10:5-7

18 1 Pedro 1:22

19 Hebreos 9:15-17; 1 Timoteo 2:5.

20 1 Corintios 15:25-27

21 Hechos 2:37-47

22 2 Pedro 3:13; Apocalipsis 21:1-8.

23 Hebreos 12:22; Apocalipsis 21:10-27.

 


 

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