EL SUICIDIO

EL SUICIDIO

 

14-01-2024

 

            Este tema ha tomado una importancia teológica que no se encuentra en la Biblia. La teología católica trata el suicidio de Judas Iscariote (ver Mt. 27:5; Hch. 1:18-19) como un texto central para asegurar que todos los que comenten suicidio están separados de la divinidad. Sin embargo, asumimos que Judas fue excluido debido a sus actos conscientes de traición, y no por la manera dolorosa en que murió.

 

 

 

RESUMEN BÍBLICO:

 

Hay varios personajes en el A.T. que se quitaron la vida:

 

1.      Saúl y su escudero – 1 Sa. 31:4,5; 1 Cr. 10:4,5

 

2.      Ahitofel – 2 Sa. 17:23

 

3.      Zimri – 1 Re. 16:18

 

4.      Judas – Hechos 1:17,18

 

Algunos fueron hombres crueles, malvados, pecadores (no se dice lo suficiente acerca del portador de la armadura de Saúl para juzgar su carácter). Algunos consideran a Sansón como un caso de suicidio (Jueces 16:26-31), pero el objetivo de Sansón era matar a los filisteos, no a sí mismo. La Biblia considera que el suicidio es igual al asesinato – eso es lo que es – asesinarse uno mismo. YHVH es quien va a decidir cuándo y cómo va a morir una persona.

 

            En estos contextos nada negativo se expresa de sus actos. Sin embargo, hay varios textos que debieran impactar la decisión de terminar la vida de uno mismo:

 

1.      La vida humana es preciosa para El Elohím Eterno

 

a.       Gn 1:26-27

 

b.       Gn. 9:5-6

 

c.       Éx. 20:13; 21:12

 

 

 

2.      La vida es un don divino que debe ser usada para servirle a Él

 

a.       Ro. 12:1-2; 14:7-9

 

b.      2 Co. 5:14-15

 

c.       Fil. 1:20-24

 

 

EL SUICIDIO EN EL JUDAÍSMO

 

En el judaísmo, los rabinos condenaban el suicidio (por ej., Gen. Rabbah 34.21b). Flavio Josefo, el historiador judío del  siglo I d.C., también lo condenaba (por ej., Guerras de los judíos 3.8.5), pero pareciera aprobar el suicidio masivo de los defensores de Masada en contra de las legiones romanas (Guerras de los judíos 7.8.6-7).

 

 

EL SUICIDIO EN EL SIGLO I

 

            Muchos creyentes en el  siglo I de la época romana veían el martirio como un evento espiritualmente benéfico (por ej., Tertuliano), e hicieron actos para causar esta acción (por el gobierno romano). También, en la iglesia primitiva un grupo separado llamado los “Donatistas” alababan el suicidio. El martirio y el suicidio con frecuencia eran mezclados (ver Martyrdom of Perpetua and Felicitas).

 

 

            El suicidio es el acto de rechazar el control divino. Es un acto egoísta que no considera el dolor que causa en los demás. Nos damos cuenta que algunas personas sufren de severa depresión y otros de problemas mentales que pueden impedir su pensamiento y conducta racional. El asunto más importante a recordar es que no es un acto de incredulidad o rechazo del Mesías, ¡los cuales son los únicas razones bíblicas para la separación eterna del Padre (ver Ro. 8:31-39)!

 

 

La Biblia enseña que desde el momento en que una persona cree en Cristo o el Mesías verdaderamente, está eternamente segura (Juan 3:16). De acuerdo con la Biblia, los creyentes pueden saber que poseen la perspectiva de obtener vida eterna, más allá de cualquier duda, sin importar lo que suceda. "Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo del Elohím, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo del Elohím" (1ª Juan 5:13).

 

¡Nada puede separar a un nazareno o nazarena mesianista del amor del Padre! "Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor del Elohím, que está en el Mesías Yeshúa nuestro Señor" (Romanos 8:38-39). Si "ninguna cosa creada" puede separar a un creyente del amor divino, y si incluso un creyente que comete suicidio es una "cosa creada", entonces ni siquiera el suicidio puede separarlo del amor de YHVH. Yeshúa murió por todos nuestros pecados, y si un verdadero creyente, en un tiempo de ataque espiritual y debilidad, comete suicidio, ese sería un pecado cubierto por la sangre del Mesías.

 

 

Aun así, el suicidio sigue siendo un pecado grave contra YHVH. De acuerdo con la Biblia, el suicidio es un asesinato (de uno mismo); siempre está mal. Tendríamos serias dudas acerca de la autenticidad de la fe de cualquiera que clama ser creyente y sin embargo comete suicidio.

 

 

No hay circunstancia que pueda justificar a alguien, especialmente a un creyente, que se quite la vida. Los creyentes somos llamados/as a vivir sus vidas para Abbá, y la decisión de cuándo morir es de Abbá y solamente de Él. Si bien esto no describe el suicidio, el versículo bíblico de 1ª Corintios 3:15, es probablemente una buena descripción de lo que le sucede a un creyente que comete suicidio: "El mismo será salvo, pero como quien pasa por el fuego."

 

 

PREVENCIÓN DEL SUICIDIO HOY

 

La prevención del suicidio implica eliminar el estigma hacia la salud mental y trabajar para que las personas pidan apoyo siempre que estén ante una situación emocional complicada, además de aumentar la atención hacia mujeres violentada.

 

 

El suicidio debe atenderse como un problema de salud pública desde la prevención, considerando factores de riesgo y protección, así como el fortalecimiento de la cohesión social entre familias y comunidades.

 

Las niñas, niños y adolescentes, es la población más afectada emocionalmente por la pandemia de COVID-19, ya que por su edad y condiciones han sufrido mayor impacto secundario al aislamiento, desolación, desesperanza, tristeza y pérdida de sus seres queridos.

 

El director general del Hospital Psiquiátrico Infantil “Dr. Juan N. Navarro”, señaló que el Instituto Nacional de Estadística e Informática (Inegi) reporta que en 2020 ocurrieron siete mil 896 suicidios asociados -de manera directa o indirecta- con las consecuencias de la pandemia, por lo que se debe avanzar en la identificación de trastornos mentales, factores ambientales y genéticos para evitar que las personas se quiten la vida.

 

Del total de suicidios registrados en 2020, 81.6 % ocurrió en hombres y 18.4 % en mujeres. El mayor porcentaje fue en el grupo de 20 a 29 años, seguido del grupo de 10 a 19 años.

 

Para enfrentar este problema “es importante la detección temprana de factores de riesgo y seguimiento de casos; limitar el acceso a métodos suicidas; fomentar programas de salud mental y difundir de manera responsable noticias en medios de comunicación”.

 

Las políticas nacionales de salud mental deben fomentar temas como la tolerancia y la escucha, por lo que es necesario crear estrategias que prevengan el bullying y el ciberbullying.

 

Existen programas que estimulan el desarrollo temprano, promueven los cuidados sensibles y la lactancia materna durante la primera infancia; así como acciones dirigidas a grupos en situación de vulnerabilidad, como los pueblos indígenas y los migrantes.

 

Asimismo, ante la pandemia por COVID-19 es importante promover la interacción y el desarrollo sano para las niñas, niños y adolescentes, ya que el aislamiento les puede provocar serias secuelas como desolación, desesperanza, tristeza y pérdida del sentido de vida.

 

La pandemia por COVID-19, ha cambiado las rutinas, los periodos de descanso y alimentación. A esta situación se suma el impacto de la información falsa que reciben las personas todos los días.

 

La prevención del suicidio implica eliminar el estigma hacia la salud mental y trabajar para que las personas pidan apoyo siempre que estén ante una situación emocional complicada, además de aumentar la atención hacia mujeres violentadas.

 

 

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