¿QUÉ ES EL SEMEN?

 

El semen humano denominado generalmente “ leche” o “esperma” es un líquido viscoso y blanquecino que empieza a producirse durante la pubertad de los hombres entre los diez y quince años de edad.

 

Miguel Ruíz Jorro, co-director de Crea Medicina Reproductiva y director de la Unidad de Andrología Reproductiva de Crea, explica que “el semen es una substancia líquida compuesta por el conjunto de secreciones producidas por diferentes glándulas del aparato genital masculino que se juntan en el momento de la eyaculación, instante en el que este líquido es expulsado a través de la uretra”. Añade además que “dentro de este líquido eyaculado se diferencia una fase líquida, conocida como plasma seminal y una fase celular, compuesta mayoritariamente por los espermatozoides y otras células que junto a estos, están suspendidas en el plasma seminal”.

 

¿DÓNDE SE PRODUCE?

 

El semen se produce en los testículos. El epidídimo (conducto que conecta los testículos con los vasos deferentes por los que circula el semen) recibe espermatozoides inmaduros de los testículos y los almacena durante varios días.

 

Al producirse la eyaculación, el semen es expulsado desde una extremidad del epidídimo hacia el conducto deferente. Subsiguientemente, el semen se desplaza a través del conducto deferente camino hacia el cordón espermático situado en la cavidad pélvica más allá del uréter y detrás de la vejiga. Allí, en el vaso deferente se une con la vesícula para formar el conducto eyaculatorio, el cual atraviesa la próstata y se vacía en la uretra.

 

Al producirse la eyaculación, los movimientos rítmicos musculares impulsan el esperma hacia adelante en casos normales, pero puede darse que el semen eyaculado vaya hacia atrás de la vejiga, en lugar de salir por el pene, estos casos se conocen como “eyaculación retrograda o eyaculación seca”.

 

CARACTERÍSTICAS DEL SEMEN

 

El aspecto del semen es de un líquido jaspeado de color blanquecino y denso, cuya función principal es la de facilitar la llegada de los espermatozoides hasta el óvulo con el fin de fecundar.

 

Del integral líquido eyaculado, entre un 1 y 2 por ciento corresponde propiamente a los espermatozoides y otras células provenientes de los testículos. El resto del volumen se trata de secreciones de la próstata, las vesículas seminales, las glándulas de Cowper, las glándulas de Littre, el epidídimo, y otros, creando la parte líquida del semen, el plasma seminal.

 

Ruíz Jorro detalla que “cada una de estas glándulas que interviene en la composición del plasma seminal del semen, segrega un líquido con una determinada función, ya sea lubrificar, nutrir a los espermatozoides, protegerlos de substancias con capacidad oxidante que pueden afectar al ADN espermático, inducir contracciones en el aparato genital femenino para hacer llegar a los espermatozoides hasta el final de las trompas de Falopio, regular el pH etc.”

 

Algunas de las características que puede presentar el semen según el experto son:

 

Suele tener una consistencia de coágulo, debido a la facilidad de solidificación que posee gracias al fosfato de espermina y otras proteínas similares al fibrinégeno.

 

 El promedio de volumen de semen de una eyaculación es de 1,5 a 5 mililitros, dependiendo mucho de la abstinencia sexual previa. El experto añade que “el volumen eyaculado promedio, tras un periodo sin eyaculación (abstinencia sexual) de 3-6 días, es de aproximadamente 1,5 – 5ml. aunque depende mucho de la frecuencia con que previamente se ha eyaculado y de la excitación sexual en el momento de esa eyaculación”.

 

El olor es variable en cada individuo, en función de múltiples factores.

 

El color del semen es normalmente blancuzco o levemente amarillento por las flavinas provenientes de la vesícula seminal.

 

Menos del 10% del volumen del semen de una eyaculación corresponde a los espermatozoides.

 

La densidad normal de los espermatozoides en el semen varía de 50 a 150 millones por mililitro, por lo que cada eyaculación contiene entre 20 a 150 millones de espermatozoides por milímetro cúbico.

 

Para que se produzca la fecundación del óvulo, el semen debe contener más de 20 millones de espermatozoides por mililitro.

 

¿A partir de cuándo comienza su función reproductiva?    

 

 

“Las primeras eyaculaciones suelen aparecer en la edad de la pubertad entre los 12 y 15 años, normalmente antes de que el desarrollo del aparato genital masculino sea completo, por lo que frecuentemente el volumen eyaculado es escaso con una baja presencia de espermatozoides y de escasa calidad, aunque sí bien es cierto que el hombre puede producir un embarazo incluso durante su adolescencia temprana”, asevera el experto.

 

abajo enlaces  relacionados sacados de la wikipedia:

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/f7/Ejaculation_educational_ani_short.gif
https://es.wikipedia.org/wiki/Erecci%C3%B3n#/media/Archivo:Erection_Homme2.jpg
https://es.wikipedia.org/wiki/Erecci%C3%B3n#/media/Archivo:Flaccid_to_Stiffy_Penis,_Erection_development,.jpg

 

 

¿PUEDEN SOBREVIVIR LOS ESPERMATOZOIDES AL AIRE LIBRE?

 

En condiciones adecuadas y debido a la composición del semen, los espermatozoides pueden permanecer vivos fuera del organismo durante varios días, cuando el semen se conserva mediante técnicas de laboratorio. En estos casos la movilidad espermática empieza a disminuir progresivamente, aunque si la muestra se mantiene en condiciones que no le afecten negativamente, es probable observar espermatozoides aún con movilidad después de más de un día.

 

Sin embargo, en el tracto genital femenino, esta supervivencia es mucho mayor, pudiendo haber espermatozoides móviles al final de las trompas de Falopio varios días después de la eyaculación.

 

¿QUÉ OTRAS PROPIEDADES CONTIENE EL SEMEN?

 

Ruíz Jorro declara que “el semen es un líquido con substancias que posiblemente podrían tener algún tipo de acción beneficiosa para la salud, además de ser rico en proteínas, pero estos beneficios son realmente muy dudosos aunque no lo es el riego de utilizar el semen como medicamento”.

 

Por otro lado aunque algunos investigadores, como los del Instituto Max Planck, en Alemania, defienden que el semen contiene una sustancia que podría ser un antibiótico tan poderoso como la penicilina, utilizarlo como medicamento tiene riesgos para la salud, ya que podría haber riesgo de contraer enfermedades infecciosas como hepatitis B y C, VIH, herpes, clamidias, citomegalovirus, papilomavirus, sífilis, gonorrea, etc”. Confirma que “es seguramente mucho más fácil y seguro conseguir el posible efecto beneficioso que pueda tener el semen por otra vía, especialmente a partir de medicamentos que tengan un origen no animal y un control de calidad, trazabilidad y seguridad absolutos”.

 

¿EN QUÉ CONSISTE UN ANÁLISIS DE SEMEN?

 

En el análisis del semen, se podrá observar si el eyaculado presenta una cantidad normal de espermatozoides y si tienen buena movilidad y morfología. Además el especialista podrá determinar si existe una reducción o ausencia en algunos de estos parámetros y, si es así, podría indicar que los testículos no están fabricando correctamente espermatozoides.  El experto afirma que “el análisis de semen no es una prueba que permita diagnosticar si un varón es fértil o estéril. Solo orienta sobre la cantidad y calidad del plasma seminal y de la secreción exocrina de los testículos, los espermatozoides”.

 

Este análisis también puede solicitarse cuando haya sospechas de una infección del tracto genital masculino o cuando se quiera simplemente valorar el funcionamiento del aparato reproductor masculino.

 

¿POR QUÉ SE REALIZA UN ANÁLISIS DE SEMEN?

 

El análisis de semen suele realizarse dentro de un de fertilidad, ya que las alteraciones que pueda presentar o no el semen pueden estar relacionadas con la capacidad reproductiva del varón.

 

¿CÓMO SE REALIZA EL ANÁLISIS?

 

El examen se llevará a cabo en el laboratorio de andrología, donde se llevará a cabo un análisis macroscópico y un examen microscópico de la muestra. El examen macroscópico incluirá la medida del volumen total eyaculado, el aspecto, el color, el pH, etc. En el examen microscópico se cuantificará el número de espermatozoides en el total eyaculado y también su concentración por cada mililitro. En este análisis también se valorará la movilidad espermática, así como el porcentaje de espermatozoides que presentan una buena morfología.

 

Todos los datos obtenidos del análisis serán comparados con los datos de referencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) valorando en base a los criterios publicados por éstos.

 

¿INDICA ALGO EL CAMBIO DE COLOR DEL ESPERMA?

 

Es importante saber que el mismo individuo puede tener eyaculados con diferente color, desde blanquecino o grisáceo y también amarillento, siendo todos estos normales.  Al igual que también puede ser frecuente que cambie se densidad y su cantidad. El experto especifica que “de forma general, el color tampoco está relacionado con la cantidad de espermatozoides en la muestra”.

 

Sin embargo, es importante resaltar un posible signo de patología cuando en el eyaculado se observe  sangre y aparece rojizo o marrón, aunque como el experto detalla “tampoco hay que alarmarse, porque suele estar relacionado con algún tipo de inflamación o de infección, pero sí se debe consultar lo antes posible con un especialista para evitar que el proceso vaya a más”, concluye.

 

¿QUÉ SIGNIFICADO TIENE UNOS RESULTADOS NORMALES?

 

Los resultados del análisis del semen se consideran normales cuando todos los valores están dentro del rango que presentaron el 95 por ciento de los individuos fértiles analizados por la OMS. Es importante señalar, como describe el experto, que el análisis de semen no es una prueba que sirva para valorar la fertilidad o esterilidad de un varón. Ya que cómo él mismo explica “la infertilidad es un término mucho más complejo y en el que intervienen muchos factores, incluidos los relacionados con el estado de salud reproductivo de la pareja”.

 

Además especifica que “es posible que un varón tenga unos resultados completamente normales en sus análisis de semen y que, sin embargo, presente algún problema de tipo reproductivo que puede estar relacionado, por ejemplo, con un porcentaje alto de espermatozoides con roturas en su cadena del ADN, o por un factor inmunológico, o algún tipo de alteración de origen genético, que podrían presentarse con un semen normal y que requeriría las realización de estudios complementarios para poder diagnosticarlos y valorar correctamente el factor masculino”.

 

¿QUÉ SIGNIFICADO TIENEN UNOS RESULTADOS ANORMALES?

 

Los resultados deben estar siempre supervisados y valorados bajo un experto. Si existiese algún resultado fuera de la  categoría normal, no implica que haya ninguna alteración de relevancia. Sin embargo, Ruíz Jorro matiza que puede indicar que está ocurriendo algo en el funcionamiento del aparato reproductor masculino.

 

Es decir, un resultado fuera de rango sólo indica que se debe estudiar bien al varón para saber si implica algún riesgo para su propia salud, para la de su descendencia o para la probabilidad de conseguir un embarazo. El experto explica también que la “ausencia de espermatozoides puede ser tanto debida a una falta de producción por parte del testículo como a una obstrucción que imposibilita su salida. Y tanto en un caso como en el otro, será preciso conocer la causa para valorar el tratamiento más adecuado en cada caso”.

 

 

¿QUÉ DICEN LAS ESCRITURAS RESPECTO DEL SEMEN?

 

La Torá habla del semen como las poluciones o emisiones que el hombre tiene durante el acto sexual con su cónyuge o bien en los sueños nocturnos. (leyes de pureza de Levítico)

 

Con el término bíblico “antes de la fundación del mundo” también se está refiriendo con el término griego (katabolé) literalmente a “un lanzamiento hacia abajo (vagina)” y puede significar la implantación de semen en la concepción humana. De hecho, en Hebreos 11:11 el término se vierte apropiadamente “concebir.” Leemos: “Por fe también Sara misma recibió poder para concebir descendencia, aun cuando había pasado más allá del límite de la edad.” Claramente a lo que se hace referencia aquí es a que Avrahán ‘lanzó hacia abajo’ a la vagina, semen humano para engendrar un hijo y a que Sara recibió ese semen para ser fecundada.

 

¿Qué ocurre si la mujer no podía concebir normalmente debido a problemas en las trompas de falopio, por las que el óvulo debe pasar para llegar al útero? Sabemos que  por  medio de cirugía menor los científicos extrajeron un óvulo ya maduro y lo colocaron en un recipiente de laboratorio con nutrimentos para alimentarlo. Se añadió el semen del esposo y se efectuó la fertilización. Después de unos días el grupo de células en desarrollo (blastocisto) se introdujo cuidadosamente en el útero de la mujer, donde éste creció normalmente, y la criatura nació.

 

En este caso el espermatozoide y el óvulo vinieron de personas que eran cónyuges. Desde el punto de vista bíblico esto es algo que merece atención. ¿Por qué? Debido a una Ley que YHVH dio a los israelitas de la antigüedad: “No debes dar tu emisión como semen a la esposa de tu asociado, para hacerte inmundo por ello.” (Lev. 18:20, 29) Esta ley se dio cuando no existían la inseminación artificial moderna ni los procedimientos para bebés de “probeta,” pero esta ley sí indica el parecer del Elohím sobre el semen humano.

 

Por la Biblia tenemos que concluir que si se efectuara una concepción con un espermatozoide y un óvulo que no pertenecieran a personas que fueran tu cónyuge, se cometería adulterio.

 

Pero, ¿qué hay si a una pareja en vínculo conyugal que no haya podido tener hijos por otros métodos se le ofreciera la posibilidad de someterse al procedimiento que se describe aquí? Sara siendo estéril le proporcionó a su cónyuge Avraham su sierva egipcia para que con ella tuviera un hijo y así llegó a ser concubina del patriarca. Esto si puede suceder en el sistema del Concubinato.

 

En la Iglesia nazarena del Amor no se recomienda el uso de inseminación in vitro.

 

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