SEÑALES EN EL SOL, LA LUNA Y LAS ESTRELLAS
Con la participación de nuestra amada hermana Angélica L.
25-04-2024
Lucas 21:24–26. Yeshúa habló aquí de algunas señales de Su 2ª venida.
24 Y estas cosas les habló acerca de la destrucción de Jerusalén. Y entonces sus discípulos le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿qué nos dices de tu venida?
25 Y él les respondió y dijo: En la generación en que se cumplan los tiempos de los gentiles, HABRÁ SEÑALES EN EL SOL, Y EN LA LUNA Y EN LAS ESTRELLAS; y en la tierra habrá angustia de las naciones y confusión semejantes al bramido del mar y de las olas. La tierra también será sacudida, y las aguas del gran abismo;
26 desfalleciendo los hombres a causa del temor y de la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra, porque LOS PODERES DE LOS CIELOS SERÁN SACUDIDOS.
Ver Lucas 21:32
Todo se cumplirá cuando se cumplan los tiempos de los gentiles.
32 De cierto os digo, esta generación, la generación en que se cumplan los tiempos de los gentiles, no pasará hasta que todo esto acontezca.
Examinamos con detenimiento lo que son las señales de los cielos.
Todos sabemos que los eclipses lunares totales, también conocidos como “lunas de sangre” han marcado periodos donde eventos significativos han tomado lugar, muchos en relación directa a la nación de Israel. Pero debemos evitar el sensacionalismo o la distorsión de los hechos, a fin de que los diferentes eventos nos lleven a una compresión de cómo debemos entender estos fenómenos en conexión a la profecía Bíblica.
La historia del futuro ya fue escrita en la Palabra Divina, y es la misión de la Iglesia Nazarena del Amor estar más unidos que nunca y preparados a fin de entender las señales que marcan los tiempos críticos que estamos viviendo.
¿Tienen significado para nosotros hoy día las señales de los tiempos? ¡Ciertamente lo tienen! Y si obramos en armonía con el significado de esas señales, podremos salvarnos de un desastre que será mayor que cualquiera que haya sido causado por las más violentas manifestaciones de mal tiempo. Entonces, examinemos estas señales.
Las señales en el sol, la luna y las estrellas las hemos estado viendo. ¿Cómo?
Ahora, tanto en el cielo literal como también el espiritual; y están las estrellas literales, que son soles, están los planetas también; y está también la luna: la Luna espiritual y la luna literal.
La luna literal es tipo y figura del pueblo hebreo y también de la Iglesia Nazarena del Amor descrita en el Apocalipsis.
El sol representa al Elohím y también al Mesías; Él dijo: “Yo soy la Luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la Luz de la Vida”.
Y también Yeshúa-Mesías es representado en un planeta: el planeta Venus, que es la estrella de la mañana, que vemos durante la mañana o llamado “lucero del alba”; cuando ya las demás estrellas han desaparecido, todavía se ve el planeta Venus en la madrugada, bien en la mañana, ya salido el sol todavía se ve; y sobre todo, cuando amanece y todavía no se ve el sol, todavía se ve ese planeta Venus, que es la estrella de la mañana.
Y es el mismo Mesías que dijo en Apocalipsis, capítulo 22, verso 16:
“Yo Yeshúa he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana”.
Y ahora, vean cómo el Mesías dice que es la Estrella resplandeciente de la Mañana; pero no es la estrella literal, no es Venus; es que Venus representa, tipifica, a Cristo o el Mesías.
Y ahora, encontramos que también Él dice que al que venciere Él le va a dar la Estrella de la Mañana. Apocalipsis, capítulo 2, verso 28.
Y ahora, esto es, por consiguiente, astronomía espiritual, que es más importante que la astronomía física.
Y ahora, vamos a ver en un lugar aquí en la Biblia: Génesis nos habla (en el capítulo 15) de seres humanos tipificados, representados, en las estrellas. Génesis, capítulo 15, verso 1 en adelante, dice:
“Después de estas cosas vino la palabra de YHVH a Avram en visión, diciendo: No temas, Avram; yo Soy Tu escudo, y Tu galardón será inmensamente grande.
Y respondió Avram: Señor YHVH, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer?
Dijo también Avram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa.
Luego vino a él palabra de YHVH, diciendo: No te heredará este, sino un hijo tuyo será el que te heredará.
Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.
Y creyó a YHVH, y le fue contado por justicia.
Y le dijo: Yo Soy YHVH, que te saqué de Ur de los caldeos, para darte a heredar esta tierra”.
Y ahora, miren cómo el Elohím le dice a Abraham, en una noche estrellada, lo saca al campo y le dice: “Ahora mira las estrellas, y cuéntalas, si las puedes contar”. No se pueden contar, son millones las estrellas que tiene una galaxia; cuánto más todas esas galaxias que vemos (las que podemos ver, porque hay muchas que no se pueden ver). “Así será tu descendencia”.
Ahí vemos cómo en las estrellas están representados los hijos o descendientes de Avraham; y por eso es que la Escritura, en el capítulo 24, verso 17, de Números, dice que de Yaaqov saldrá una Estrella: ese es el Mesías; porque el Mesías es esa Estrella; tipificado en la estrella de la mañana, tipificado también en el sol, y así por el estilo.
El pueblo de YHVH está representado en las estrellas del cielo. Por eso en el mundo espiritual y Cielo espiritual somos estrellas de Elohím, que tenemos que mantener nuestra órbita en el Programa Divino, mantenernos en el Programa Divino; eso es mantenernos en la órbita que nos corresponde a nosotros girar: todos girando alrededor del Mesías Yeshúa.
Y ahora, las señales en el sol, la luna y las estrellas literales son importantes; siempre que algo grande va a suceder en la Tierra: es mostrado en el cielo. O sea que siempre que algo grande va a suceder en el Cielo espiritual, primero es mostrado en el cielo literal.
Y cuando sucede en el Cielo espiritual, en medio de la Iglesia Nazarena, esa es una señal espiritual para el mundo espiritual; señal que es difícil comprender para que no están en el mundo espiritual despiertos, para ver esas cosas que son mostradas en el Cielo siendo realizadas, materializadas, en el mundo espiritual.
Por ejemplo, tenemos el caso del nacimiento de Yeshúa, para lo cual en el cielo fue vista una Estrella. Los astrólogos orientales vieron esa Estrella, los sabios, allá en el Este, por la tierra de Babilonia, de Ur de los Caldeos, por allá, vieron esa señal en el cielo; ellos eran estudiosos de las estrellas, y sabían que siempre que El Elohím va a hacer algo en la Tierra lo muestra en el cielo; y por consiguiente, ellos sabían que aquella señal en el cielo era nada menos que la Estrella del Mesías: la señal de que el Mesías había nacido.
Fueron ellos muy sabios al ver esa Estrella, esa señal en el cielo, ellos mirando desde donde estaban, mirando hacia Yerushaláyim; o sea, mirando de Oriente al Occidente; porque ellos estaban en la tierra de Babilonia, de Ur de los Caldeos, de todo ese territorio ahí, y Yerushaláyim estaba hacia lado este.
Por lo tanto, ellos vieron en el este la Estrella; y por eso, por cuanto estaban mirando de este a oeste, dicen: “Porque hemos visto Su Estrella (¿dónde?) en el oriente, y hemos venido a adorarle”.
Vamos a verificarlo aquí en el Evangelio de Mateo, por el capítulo 3, por ahí, vamos a ver si lo encontramos… Capítulo 2 de Mateo, dice:
“Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos,
diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su astro hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle”.
O sea, ellos estaban allá en el oriente… El lugar donde ellos estaban, por allá por Babilonia, está al oriente de Israel. Mirando del oriente, del este, hacia el oeste, hacia la tierra de Israel, vieron la Estrella.
La 1ª Venida de Mesías fue mirando, para los magos, mirando del este, donde se encontraban, hacia el oriente; pero cuando venimos a examinar bien la Escritura, también en la tierra de Israel corresponde al este: Medio Oriente.
Ahora, para la 2ª Venida del Mesías será también mirando de oriente a occidente, mirando hacia el occidente, ¿qué corresponde al occidente? En nuestro Viejo Mundo correspondería a Finisterre o a las Islas Brtánicas.
Si miramos más al occidente al Nuevo Mundo correspondería al continente americano, donde se está esperando la Venida del Señor para la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos. Tan sencillo como eso.
Ahora, para verse aquella señal en el cielo los astrónomos dicen que se pusieron en línea los planetas Júpiter y Venus; y eso es una alineación planetaria. Esa alineación ocurre cada cierta cantidad de tiempo. Es una señal en el cielo de una promesa siendo cumplida en la Tierra, una promesa divina: la Venida del Mesías. Esa señal nuevamente se ha repetido en el siglo pasado.
Y ahora, estamos nosotros viviendo en un tiempo muy pero que muy importante; porque cuando en el cielo ocurre algo, hay que buscar en la Tierra el cumplimiento de una promesa divina, de algo que Elohím dijo que estaría llevando a cabo en la Tierra; para eso es que son las señales en el cielo: en la luna, en el sol y en las estrellas.
Y luego en la Tierra también hay otro tipo de señales, no menos importantes: terremotos, maremotos, tsunamis, volcanes, los hielos polares derritiéndose por causa del calentamiento global…; todas esas cosas son señales para los creyentes en el Elohím de Abraham, de Isaac y de Jacob.
Por lo cual, Mesías dijo que cuando veamos suceder todas estas cosas levantemos nuestras cabezas ¿a dónde? A los cielos; levantemos nuestras cabezas, porque nuestra redención —o sea, nuestra transformación, la redención del cuerpo— está cerca.
Ya hemos visto en el cielo buena parte de esas señales, y todavía continuaremos viendo más señales que veremos suceder en el cielo. Y por consiguiente, continuaremos con nuestra mente y nuestro corazón levantado al Elohím, al Cielo, a las cosas celestiales, a las cosas divinas, esperando nuestra redención, la redención del cuerpo, que es nuestra transformación.
Con una alineación planetaria encontramos lo siguiente: En cierto momento todos los planetas están en línea, y se ve más grande el planeta que está primero con relación a la Tierra; pero es que los otros también están alumbrando, y entonces se ve una luz mayor.
Ahora, cuando las estrellas… Recordemos que Mesías en Apocalipsis, capítulo 2 y capítulo 3, como también en el capítulo 1, aparece en medio de los 7 candeleros de oro; y luego aparece también en el libro del Apocalipsis con 7 estrellas en Su mano, y las 7 estrellas son los 7 ángeles de las 7 Iglesias o 7 mensajeros.
Y ahora, veamos cómo estrellas también representan mensajeros angélicos del Elohím; y del Señor Mesías, pues el Lucero resplandeciente de la Mañana, una estrella que alumbra más, que tiene más luz que las demás estrellas con relación a la Tierra.
Todos los que somos miembros del Cuerpo Místico de Cristo somos estrellas en el Cielo espiritual, somos semilla de Avraham, descendientes de Avraham; porque todos los creyentes en el Mesías (todos los que somos de la fe en Mesías) somos hijos de Avraham, dice Pablo en Gálatas, capítulo 3.
Y ahora, cuando estén en línea los ministerios de los 2 Olivos con el ministerio de Mesías, eso va a traer una Luz muy grande para el pueblo redimido de YHVH: El ministerio de Elías, y ahí también el ministerio de Moisés (una Luz mayor), y el ministerio de Yeshúa (una Luz mayor); y ahí se va a ver la señal más grande en medio de la Iglesia Nazarena del Amor del Señor Jesucristo: 3 ministerios, 3 estrellas, 3 planetas en línea, del mundo espiritual.
Y esa va a ser la señal más grande en medio de la Iglesia Nazarena del Amor en el Mesías Yeshúa, alumbrando nuestro entendimiento con la Luz de la Palabra, abriéndonos el entendimiento para comprender el tiempo que nos ha tocado vivir; y esa será la señal más grande en medio de la Iglesia del Señor.
Recordemos que la señal más grande de parte del Elohím siempre ha sido un profeta.
Apocalipsis lo identifica como “un niño” que ha dado a luz la mujer vestida de sol y las 12 estrellas.
Un profeta apareciendo en Egipto con una vara —Moisés— fue la señal de la liberación para el pueblo hebreo; porque en él y con él estaba Elohím, estaba la Columna de Fuego, el Ángel del Pacto, para llevar a cabo el cumplimento de la promesa de la liberación del pueblo hebreo.
Cuando apareció Mesías en la Tierra, la Estrella resplandeciente de la Mañana, esa era la señal más grande para la liberación de todos los hijos e hijas del Elohím Eterno, del reino de las tinieblas; como el pueblo hebreo fue libertado de la esclavitud allá en Egipto, del reino de faraón, lo cual fue tipo y figura del reino del maligno.
Y para el Día Postrero la liberación será física: con la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos; y así seremos libertados del reino terrenal, del reino de los gentiles, que está en la etapa de los pies de hierro y de barro cocido, y seremos pasados al Reino de Di-s en lo literal.
Y ya los problemas de esta Tierra no nos afectarán; porque en el cuerpo físico nos afectan, pero en los cuerpos glorificados no nos afectarán; y pronto esa promesa será cumplida.
Por eso Mesías dice que cuando veamos suceder estas cosas: levantemos nuestras cabezas, porque nuestra redención está cerca; o sea, la redención del cuerpo, la glorificación: nuestra transformación, para los que vivimos, y para los muertos en Mesías la resurrección en cuerpos eternos.
Y todo eso ocurrirá ¿dónde? En la Edad de la Piedra Angular, en medio del Cuerpo Místico de Cristo nuestro Salvador que somos los hermanos y hermanas de la Iglesia Nazarena del Amor en cualquier parte del mundo donde vivamos.
“EL SOL, LA LUNA Y LAS ESTRELLAS MARCANDO EL TIEMPO Y DÁNDONOS LAS SEÑALES DEL FIN”.
Otra señal muy importante que dio Mesías, en Mateo, capítulo 24, verso 14, es: “Y será predicado este Evangelio del Reino, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”.
La predicación del Evangelio del favor divino gira alrededor de la Primera Venida de Mesías para la Dispensación del Favor; y la predicación del Evangelio del Reino gira alrededor de la Segunda Venida de Mesías para la Dispensación del Reino.
En Apocalipsis, capítulo 14, versos 6 al 7, dice que habrá un Ángel (y ángel significa un ‘mensajero’):
“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle honra, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”.
Y ahora, este mensajero que viene con el Evangelio Eterno, el Evangelio del Reino, para predicarlo a los moradores de la Tierra…; por lo cual, ¿dónde tiene que estar? En la Tierra (y recuerden que ángel significa ‘mensajero’), con el Evangelio Eterno, el Evangelio del Reino, que gira alrededor de la 2ª Venida de Mesías y Su Obra de Reclamo.
Por lo tanto, bajo el ministerio de este mensajero que estará predicando el Evangelio del Reino y anunciando a la humanidad que la hora del juicio divino ha llegado…, porque contiene la revelación divina de lo que sucederá en la Tierra en este tiempo final.
Y lo que Mesías Yeshúa no leyó allá en el capítulo 4 de Lucas, cuando tomó la lectura para leer el libro del profeta Isaías en el capítulo 61, donde dice: “El Espíritu de YHVH está sobre mí, por cuanto me ha ungido”, y comenzó a enumerar las cosas para las cuales había sido ungido; y ya finalizando dice: “Y para predicar el año de la buena voluntad de YHVH o año agradable de YHVH. Y enrollando el libro, lo dio al ministro.
Si continuaba leyendo, decía a continuación: “Y el día de venganza de nuestro Elohím”; pero ese día de venganza no lo anunció allí Yeshúa porque sería predicado en este tiempo final, y no en aquel tiempo de la 1ª Venida del Señor.
Y aquí vemos al Ángel con el Evangelio Eterno para predicarlo a los moradores de la Tierra; y ese mensajero anuncia que la hora del juicio divino ha llegado: “Porque la hora de su juicio ha llegado”.
O sea, es el mensajero que vendrá predicando el día de venganza del Elohím nuestro en su Mensaje: el Evangelio del Reino.
Pero también estará hablando y predicando sobre la resurrección, sobre la transformación de los vivos, sobre el arrebatamiento de la Iglesia Nazarena; porque a él le tocará esa parte.
En palabras más claras, estará Elohím por medio de él tocando o sonando la Gran Voz de Trompeta, la Trompeta Final, el Mensaje Final, que es el Evangelio del Reino. Es el último Mensaje, y es para la última dispensación: la Dispensación del Reino; por eso es la Trompeta Final, el Mensaje Final de YHVH.
Una Trompeta es el Mensaje Divino, la Voz de Di-s hablándole a Su pueblo redimido.
Por lo tanto, hemos estado viendo estas señales, tanto en el cielo literal como en el Cielo espiritual; tanto en el cielo de las estrellas y soles y lunas literales, como en el mundo espiritual. Como hermanos y hermanas hemos estado viendo muchas señales y seguiremos viendo otras más.
Por lo tanto, estemos con nuestras cabezas alzadas al Cielo, a la Estrella de la Mañana, a las cosas espirituales, conscientes de que estamos viendo ya algunas de las señales del fin. No podemos negar que las estamos viendo. Sabemos por los Apóstoles. De guerra e rumores de guerra lo vemos ahora y cataclismos de gran magnitud.
En las estrellas se vio la Virgo coronada por las 12 estrellas del signo del Leo y el sol como vestido y la serpiente cerca para devorar su bebé recientemente.
Tiempo después se vio el Leviatán cerca de piscis porque es como dice la escritura. Antes el mal contra la mujer vestida de sol luego contra el pueblo de Elohím...
¿Hemos visto el cometa diablo acaba pisoteado por el signo del tauro en la constelación de Hércules o Miguel el arcángel?
¿Y que me dices de esta otra señal?...
“Y será predicado este Evangelio del Reino, para testimonio a todas las naciones (o sea, todos los gentiles, y también se incluye al pueblo hebreo); y entonces vendrá el fin”. O sea, la señal de que el fin viene será la predicación del Evangelio del Reino.
Por lo tanto, ahí se estará hablando, en ese Mensaje del Evangelio del Reino, se estará hablando del fin del tiempo, del fin de la Era, del fin del siglo, del fin del reino de los gentiles, y la introducción al Reino del Mesías, la introducción al Milenio, 7º milenio, y de la Restauración de todas las cosas.
Por lo tanto, estemos apercibidos, esperando lo que ha prometido YHVH para los creyentes en Mesías del Día Postrero, del fin de la Era.
Ya estamos muy avanzados en el Programa Divino, hemos estado viendo todas estas señales.
Y ya para concluir, leemos en Mateo, capítulo 16:
“Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo.
Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles.
Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas!, que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡Pero las señales de los tiempos no podéis!
La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Y dejándolos, se fue”.
La señal del profeta Jonás sería la muerte, sepultura y resurrección del Mesías.
Y ahora, las señales de los tiempos, las señales en el cielo y en la Tierra, que marcan el tiempo en que el ser humano está viviendo, el tiempo profético, el tiempo divino, señalado, para el Programa Divino llevarse a cabo en ese tiempo…
¿Qué estaba prometido para aquel tiempo? Pues la Venida del Mesías; y las señales de los tiempos estaban siendo cumplidas en aquel tiempo: fue vista la Estrella de Belén, que era la señal de que el Mesías había venido, había nacido en la Tierra; y otras señales más fueron vistas en el cielo; y no solamente en el cielo literal, sino en el Cielo espiritual, en medio del pueblo hebreo, cumpliéndose la Venida del Señor.
Estemos alerta, estemos preparados, y con nuestros ojos espirituales bien abiertos, para ver las señales espirituales que están llevándose a cabo, están siendo cumplidas, y también las señales que en medio de las naciones están cumpliéndose.
Tenemos la señal de la higuera; dice: “Les dijo también otra parábola…”, y comenzó a hablar de la higuera —y la higuera tipifica a Israel; y los demás árboles, pues las demás naciones—: Israel siendo establecida como una nación libre y soberana (mayo de 1948), y otras naciones también siendo establecidas como naciones libres y soberanas.
Esas son señales en el mundo: en el reino de los gentiles y también en medio del pueblo hebreo; cosas que sucederían en este tiempo en el cual nosotros vivimos.
Que el Abbá Eterno YHVH os bendiga y os guarde.
“¿VEMOS EL SOL, LA LUNA Y LAS ESTRELLAS MARCANDO EL TIEMPO Y DÁNDONOS LAS SEÑALES DEL FIN?”... ALGUNAS YA LAS HEMOS VISTO PERO FALTAN OTRAS...¿LAS VEREMOS CUMPLIR?...
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