“LOS SADUCEOS”
04-01-2024
I. ORIGEN DEL GRUPO
A. La mayoría de los eruditos consideran que su nombre viene de Sadoc, uno de los sumos sacerdotes de David (cf. II Samuel 8:17; 15:24). Posteriormente, Salomón exilió a Abiatar por apoyar la rebelión de Adonías (cf. I Reyes 2:26-27), y reconoció a Sadoc como el único Sumo Sacerdote (cf. I Reyes 2:35).
Después del exilio babilónico, esta línea sacerdotal fue restablecida en Josué (véase Hageo 1:1). Esta familia levítica fue escogida para administrar el Templo. Posteriormente, los que pertenecían a la tradición sacerdotal y a quienes les apoyaban eran denominados Sadoquitas o Saduceos.
Una tradición rabínica del siglo IX d.C. (Abat del Rabino Natán) dice que Sadoc fue un discípulo de Antígonas de Sakho (Silbo II a.C.). Sadoc mal entendió un famoso dicho de su maestro: “hay recompensas después de la muerte”, desarrollando así una teología que negaba la vida después de la muerte. Por lo tanto, rechazaba también la resurrección del cuerpo.
Posteriormente dentro del Judaísmo, los saduceos fueron identificados con los boetusianos. Boeto también fue discípulo de Antígonas de Sakho, y desarrolló una teología similar a la de Sadoc, negando también la vida después de la muerte.
El nombre “saduceo” no aparece hasta los días de Yojanán Hircano (135-104 a.C.), citado por Josefo (véase ANTIGÜEDADES 13:10:5-6).
En ANTIGÜEDADES 13:5:9. Josefo decía que existían “tres escuelas de pensamiento”: los fariseos, los saduceos y los esenios.
Existe otra teoría opuesta la cual dice que los saduceos provienen del tiempo de los gobernadores seléucidas, quienes intentaron helenizar el sacerdocio bajo Antíoco Epífanes IV (175-163 a.C.). Durante la revuelta macabea se inició un nuevo sacerdocio al mando de Simón Macabeo (142-135 a.C.) y sus descendientes (véase I Macabeos 14:41). Esta nueva casta de Sumos Sacerdotes asmoneos fue probablemente el inicio de los aristocráticos saduceos. Al mismo tiempo y a partir de los Hasidim se desarrollaron los fariseos (o sea, “los separados”; véase I Macabeos 2:42; 7:5-23).
Hay una teoría moderna (de T.W. Manson) que indica que el término saduceos es una transliteración de la palabra griega sundikoi. La palabra se relaciona con los líderes locales que interactuaban con la autoridad romana, lo cual podría explicar por qué algunos saduceos no eran sacerdotes aristocráticos sino miembros del Sanedrín.
II. CREENCIAS CARACTERÍSTICAS
A. Era la facción de los sacerdotes conservadores dentro de la sociedad judía (aceptaban solo la Torá como inspirada) durante el período Asmoneo y romano.
B. Estaban particularmente preocupados con los procedimientos del Templo, el protocolo, los rituales y la liturgia.
C. Creían solo en la Torá escrita (es decir de Génesis a Deuteronomio) y por tanto rechazaban la tradición oral (es decir, el Talmud).
D. Por tanto, ellos rechazaban muchas de las atractivas doctrinas desarrolladas por los fariseos:
1. La resurrección del cuerpo (véase Mateo 22:23; Marcos 12:18; Lucas 20:27; Hechos 4:1-2; 23:8)
2. Creían en que el cuerpo tenía un alma inmortal (véase ANTIGÜEDADES 18:1:3-4; Guerras 2:8:14)
3. La existencia de una jerarquía bien desarrollada de ángeles (Hechos 23:8)
4. Tomaron el “ojo por ojo” (es decir, lex talionis) literalmente, y apoyaban el castigo físico y la pena de muerte –en lugar de un arreglo monetario-
E. Otro tema de disputa teológica fue la predestinación versus el libre albedrío. De los tres grupos mencionados por Josefo:
1. Los esenios afirmaban un tipo de determinismo
2. Los saduceos hicieron énfasis en el libre albedrío humano (véase ANTIGÜEDADES 13:5:9; GUERRAS 2:8:14)
3. Los fariseos mantenían una posición equilibrada entre los dos
F. En cierto sentido, los conflictos entre ambos grupos (ejemplo, saduceos, fariseos) reflejaba la tensión entre los sacerdotes y los profetas del Antiguo Testamento.
Otra tensión se construyó a partir de que los saduceos representaban a la aristocracia local. Eran los aristócratas (véase Antigüedades 13:10:6; 18:1-4:5; 20:9:1), mientras que los fariseos y los escribas eran los eruditos y la gente pía entre el pueblo. Esta tensión podía caracterizarse como el Templo de Yerushaláyim versus las sinagogas locales a lo largo de todo el territorio de Israel.
Otra tensión pudo haber sido el rechazo saduceo a la influencia del Zoroastrismo en la teología farisea. Ejemplos de ello eran: (1) una angelología altamente desarrollada; (2) el dualismo entre YHWH y Satanás; y (3) una doctrina escatológica –la vida después de la muerte- muy elaborada en términos físicos bien claros. Estos excesos de los esenios y fariseos causaron una reacción teológica desmesurada entre los saduceos. Ellos regresaron a la posición conservadora de aceptar solo la teología mosaica en un esfuerzo por abortar las especulaciones de los otros grupos judíos.
III. FUENTES DE INFORMACIÓN
A. La fuente principal sobre los saduceos es Josefo, quien estaba prejuiciado tanto por su compromiso con los fariseos como por su interés en presentar una imagen positiva de la vida judía a los romanos.
B. La otra fuente de información es la literatura rabínica. Sin embargo, aquí también existía un fuerte prejuicio. Los saduceos rechazaban la importancia y autoridad de la tradición oral de los ancianos (el ejemplo del Talmud). Estos escritos fariseos obviamente describen a sus opositores de manera negativa, posiblemente exagerada.
C. No existe ningún escrito conocido propio de los saduceos que haya sobrevivido. Durante la destrucción de Jerusalén y del Templo en el 70 d.C., todos los documentos y la influencia de la élite sacerdotal fueron destruidos. En el siglo I d.C., ellos querían mantener una paz regional, y la única manera de hacerlo era mediante la cooperación con Roma (véase Juan 11:48-50).
IV LOS SADUCEOS MODERNOS
Antes de indicar quienes asemejan hoy a los saduceos combiene que repasemos el pasaje se encuentra en Marcos 12:18-23. El pasaje comienza con la afirmación de que los saduceos no creían en la resurrección (v. 18), y luego nos dice que los saduceos se acercaron a Yeshúa, y le hicieron una pregunta hipotética sobre la resurrección. Un detalle interesante sobre la formulación de la pregunta es que comienzan llamando a Yeshúa, “Maestro,” a pesar de que no eran seguidores de Él (v. 19). Esto es una práctica usada por los fariseos, también, haciéndose pasar por creyentes, cuando en realidad lo que querían hacer era intentar atrapar y humillar a Yeshúa públicamente. Inmediatamente, los saduceos comienzan citando a Moisés (Deuteronomio 25:5-10), confirmando su perspectiva sobre el Pentateuco, y sobre el resto del antiguo testamento. Luego, le presentan a Yeshúa un escenario hipotético en donde una mujer se casa con 7 hermanos, ya que cada uno se muere antes de tener hijos (vv. 20-22). La pregunta final es, “En la resurrección, pues, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será ella mujer, ya que los 7 la tuvieron por mujer?” (v.23).
La intención de los saduceos en este momento era mostrarle a Yeshúa que el concepto de la resurrección era absurdo, ya que se prestaba para situaciones problemáticas como las que ellos acaban de presentar. En respuesta, Yeshúa les explica que, la razón por la cual tienen esta duda es porque “ignoráis las Escrituras, y el poder del Elohím” (v. 24). Yeshúa continúa explicando que, en la resurrección, las personas serán “como los ángeles que están en los cielos,” los cuales ni se casan ni se dan en casamiento (v. 25). Yeshúa termina la conversación citando a Moisés mismo, el autor favorito de los saduceos, el cual también afirmó la verdad de la resurrección (vv. 26-27). En otras palabras, si le vas a creer a Moisés en unas cosas, créele cuando habla de la resurrección, también.
En este corto pasaje podemos ver ciertas características esenciales que también podemos ver en los saduceos modernos. Por ejemplo, los saduceos del primer siglo rechazaban las partes de la Biblia con las que no estaban de acuerdo, o no les convenía. De la misma manera, muchos cristianos hoy día hacen exactamente lo mismo. Una forma fácil de identificar a un saduceo moderno es cuando intentan citar la Palabra para refutar la Palabra. Por ejemplo, “Yo no creo en un Dios que juzga porque la Palabra dice que Dios es amor.” Esto lo vemos frecuentemente en el tema del homosexualismo y lesbianismo, en donde algunos cristianos dicen que debemos de aceptar todo estilo de vida, y afirman el matrimonio entre parejas del mismo sexo, porque “Dios es amor.” También lo vemos cuando afirman la muerte y resurrección de Mesías, pero rechazan los milagros del antiguo testamento porque no son posibles, científicamente hablando.
Entiendan que no estamos hablando de mera hipocresía, de lo cual todos somos culpables. No estamos hablando meramente de personas que interpretan la Biblia a conveniencia, usando ciertos pasajes para condenar o justificar, pero ignorando otros pasajes que nos pueden condenar a nosotros mismos. De lo que estamos hablando es de personas que literalmente buscan usar la Biblia para refutar doctrinas que claramente son enseñadas en la Biblia. O, de personas que sencillamente les dan más importancia a algunos pasajes, que a otros, ignorando la realidad de que la Biblia entera es Palabra de YHVH.
Otra característica que vemos en los saduceos modernos es la reinterpretación metafórica o simbólica de la Biblia. A pesar de que los saduceos rechazaban ciertas doctrinas esenciales del judaísmo, se llamaban judíos, y nos preguntamos, ¿cómo esto es posible? Pues, la manera en que lo lograban era usando palabras claves, pero reinterpretando su significado. Por ejemplo, los saduceos rechazaban la resurrección, sin embargo, públicamente la afirmaban. ¿Cómo? En público, simplemente afirmaban la resurrección. Pero, en privado, enseñaban que el significado de “resurrección” era metafórico. Para los saduceos, la resurrección ocurría cuando una persona tenía hijos. Cuando esta persona moría, sus hijos continuaban su legado, y en este sentido esa persona había “resucitado.” Los saduceos afirmaban la “resurrección,” entonces, pero le cambiaron su significado.
De la misma forma, muchos cristianos hoy día mantienen cierto lenguaje bíblico, y parecen afirmar ciertas doctrinas, pero en realidad están reinterpretando su significado. Por ejemplo, nos pueden hablar de los originales de la Palabra Escrita, y decir que la Biblia es inspirada por Elohím, pero a la misma vez afirman que la Biblia fue escrita por hombres imperfectos, y con el paso de tantos siglos de copiar y copiar contiene errores y contradicciones, pero no se paran a decir que El Elohím puede hacer que los traductores los corrijan por intervención divina. Nos pueden hablar de la salvación, pero para ellos, la salvación simplemente quiere decir una transformación de tu vida y tu entorno. En otras palabras, cuando uno es salvo, si eras pobre, dicen que Jesús te prosperará; si tu matrimonio estaba en malas condiciones, Jesús lo restaurará; si estabas enfermo, Jesús te sanará. Hemos escuchado predicadores decir que Jesús vino a la tierra para transformar el entorno social que existía en ese momento, creando una especie de revolución política o social.
Quizás algunos están leyendo estas palabras y pensando, “Pero ¿qué hay de malo en eso? ¿No es verdad que Jesús me puede transformar, prosperar, sanar, y restaurar mi matrimonio, etc.?” Si esto piensas, el engaño de los saduceos modernos ha funcionado. Cuando uno conoce la verdad, es fácil reconocer la mentira. Si alguien se levanta en una iglesia y comienza a decir que Jesús no resucitó, todos lo reconoceríamos inmediatamente como una mentira, y no permitiríamos que continúe predicando esa blasfemia. Pero, los saduceos modernos son más astutos. Ellos reconocen que la mentira es más difícil reconocer cuando se mezcla con la verdad. Es por esto que muchos mensajes hoy día parecen ser Palabra divina, a pesar de que nos están enseñando mentiras. Si muy bien es cierto que Yeshúa nos puede sanar, transformar, prosperar, y restaurar, es completamente falso decir que para esto fue que Yeshúa vino a la tierra.
Yeshúa no vino a hacernos prosperar económicamente; tampoco vino a traer paz, sino espada.Vino a morir por nuestros pecados y ofrecernos salvación. Y, el significado de la salvación no es la prosperidad ni la transformación de nuestro entorno, sino que es el perdón de nuestros pecados (Juan 3:16).
Hemos escuchado a pastores decir que la Segunda Venida de Cristo no es un evento en particular que ocurrirá en el futuro, sino que la Segunda Venida ocurre cada vez que alguien cree en Yeshúa, y Yeshúa “nace” en nuestro corazón. Esto, a pesar de que el libro de Apocalipsis (entre otros pasajes) afirma claramente que la 2ª Venida es un evento real, específico, que ocurrirá en los ULTIMOS DÍAS (Apocalipsis 19-22, pero en particular 22:20).
Hemos escuchado maestros enseñar que la historia de Jonás es solo un mito, ya que es imposible que un pez pueda tragar a un ser humano, y vomitarlo a tierra vivo luego de 3 días. Esto, a pesar de que Yeshúa mismo afirma la historia de Jonás como la base de Su propia resurrección (Mateo 12:40) de 3 días y 3 noches en el sepulcro semejante al vientre del gran pez.
Los saduceos modernos te hablan del Evangelio, pero no te hablan del pecado (jatá), a pesar de que esto es una parte esencial del Evangelio (1 Corintios 15:3-4). Afirman que Yeshúa es el Camino y la Verdad, pero a la misma vez enseñan que todas las religiones y creencias son igual de válidas. Nos hablan del amor del Elohím, pero lo desligan de Su ira y Su justicia, como si estos conceptos fueran contradictorios. Nos hablan de seguir al Mesías, pero para ellos esto solo significa amar al prójimo, lo cual, para ellos, significa aceptar todo estilo de vida. Ignoran que Yeshúa mismo nos dijo que el que lo ama es aquel que obedece Sus mandamientos (Juan 14:21), y que el shaliaj Yojanán nos define el amor como obediencia (1 Juan 5:3).
Esta es la manera en que una persona se puede llamar cristiano/a, mientras que rechaza o ignora las doctrinas esenciales del NT. Si redefinimos lo que significa ser cristiano/a, podemos seguir viviendo nuestras vidas como queremos, sin sentir que le estamos fallando a YHVH.
El ejemplo de un saduceo moderno más explícito con el encontramos recientemente en una serie de tweets escritos por Jo Luehmann, quién se identifica como una cristiana progresista. En sus propias palabras, “Soy cristiana, y no voy a la iglesia. Soy cristiana, y no creo que la Biblia es la palabra de Dios. Soy cristiana, y abrazo la positividad sexual, lo cual incluye, pero no es limitado a, sexo fuera de matrimonio.” En esa misma serie de tweets, Jo afirma, entre otras cosas, que el evangelismo es violencia contra los demás, que todos tienen acceso a Dios (sin necesidad de Cristo), y que es libre para hacer lo que le dé la gana (siempre y cuando no lastime a otros). Concluye diciendo que, “esto es mi espacio, y mi verdad.”
Parece ser un ejemplo extremo, pero no lo es. Según Josh McDowell, en su libro, The Last Christian Generation, el 63% de jóvenes cristianos no cree que Jesús es el Hijo de Dios, 58% cree que todas las religiones son igual de válidas, 51% no cree que Jesús resucitó, 65% no cree que satanás es real, y 68% no cree que el Espíritu Santo es real. Este libro fue escrito en el 2006, lo que quiere decir que ya llevamos tiempo redefiniendo al cristianismo, poco a poco.
Los saduceos modernos representan un peligro real para la iglesia-hogar, y para la predicación del evangelio del Reino Mesiánico. De la misma forma en que los saduceos del primer siglo se vestían de judíos y seguidores de Moisés, pero en realidad rechazaban sus enseñanzas, los saduceos modernos se visten de cristianos, pero lo que quieren es distorsionar el evangelio. Citan la Biblia para refutar la Biblia; usan lenguaje religioso, pero le dan otro significado; mezclan la verdad con la mentira; tratan de buscar pasajes o argumentos que coincidan con las ideas preconcebidas que les enseñaron sobre Jesucristo como Dios hecho hombre ignorando muchos pasajes que contradicen sus premisas. Nos predican mensajes de prosperidad y esperanza (claro mientras les aportes los “diezmos”), los cuales nos hacen sentir bien en el momento, pero al final del día no produce salvación eterna; nos hablan de Cristo, del amor, del evangelio, pero no es el mismo Cristo, o amor, o evangelio con el que nos encontramos en la Biblia. Y, los más que se están dejando llevar por esta nueva versión del cristianismo son los jóvenes, quienes buscan desesperadamente cómo armonizar su fe con la realidad del mundo.
La iglesia-hogar Nazarena del Amor necesitamos despertar, ya, y darnos cuenta de que nos han infiltrado nuevos saduceos. Afortunadamente ahora somos más conscientes que nunca a no dejar los estudios bíblicos, somos más conscientes de la necesidad imperante de defender nuestra fe basada en el conocimiento verdadero de Yeshúa.
Yeshúa le respondió a los saduceos con la Palabra, afirmando su verdad y el poder del Padre Eterno. Hagamos lo mismo, entonces. Estudiemos la Palabra, prediquemos la Palabra, vivamos la Palabra, y confiemos en el poder de YHVH. Solo así podemos mantener una sana doctrina, en las palabras de Pablo, y verdaderamente transformar al mundo, de adentro hacia afuera. El mundo no necesita más palabras bonitas; necesita las Buenas Nuevas de salvación. No necesita saduceos; necesita verdaderos y verdaderas seguidoras de Yeshúa ha-Mashiaj.
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