01-08-2024

 

Un tema de nuestra hermana Angélica

 

 

 La relación entre Oseas y Gómer simbolizaba la relación del Elohím con el pueblo de Israel. A pesar de que Gómer se marchó y estuvo con otro hombre, Oseas continuó amándola y la perdonó. Igualmente, el pueblo de Israel adoró a los falsos dioses, y a pesar de ello el Elohím continuó queriéndolo.

 

 

La historia bíblica contesta como la nación de Israel, ella había ‘respondido’ enamorándose de nuevo de Dios cuando YHVH la invitó a llegar a ser su esposa amada por medio de celebrar el Pacto de la Ley mosaica con Él. Respondió en el cautiverio a favor de un renovamiento de los vínculos matrimoniales con Dios. En prueba de que se renovaba esta relación matrimonial, Yahwéh usó al Mesías típico, Ciro el Grande, y devolvió al resto israelita fiel a la tierra de Judá y Jerusalén.

 

 

Nunca volvió el pueblo en pacto a la adoración de Baal u otras formas de idolatría. El resto restablecido restauró celosamente la adoración del Esposo Celestial de Israel como su Dios en la tierra que él les había dado. Sintieron profunda gratitud y aprecio tal como lo habían hecho sus antepasados cuando fueron librados de Egipto y de sus huestes militares. El Esposo Celestial de Israel les parecía más cerca, más íntimo.

 

Espontáneamente Israel semejante a esposa se dirigió a Yahwéh en términos más íntimos y cariñosos como de enaamorada. De modo que lo llamó, hablando espiritualmente, “Mi esposo,” más bien que “Mi dueño.” Ya no quería sentirse simplemente “poseída,” como si perteneciera a un amo de esclavos. Quería sentirse como una ayudante de Él, como se suponía que fuera la primera mujer Eva para con su esposo, Adán. (Gén. 2:19-24) ¡Qué hermoso era todo aquello!

 

 

Hermoso, también, es el paralelo moderno de eso en nuestro tiempo del fin. ¡Qué maravillosos efectos produce aún hoy la misericordia divina, a la cual nos mueve como enamorados en lealtad a Su pacto de matrimonio espiritual! ¡Felices somos los enamorados nazarenos y nazarenas del Elohím Altísimo!

 

 

 

Al igual que todos somos un esposo espiritual. Los esposos se vuelven una sola persona y Dios nos quiere uno con Él, un solo pueblo unidos a Él y a Su Amado Hijo. A veces nos aísla y es como estar solos en el desierto, pero nunca solos si buscamos La Verdad y Sus Enseñanzas encontramos más que un Tesoro Eterno.

 

 

 

¿Cómo hemos de entender que Oseas no quisiera tener relaciones sexuales con Gomer, su esposa restaurada?

 

Oseas estaba disciplinando a su esposa restaurada “con restricciones sexuales, incluso, evidentemente, el retraerse él mismo de darle atenciones maritales.” El sentido bíblico en el hebreo apoya esta conclusión de que por parte de Oseas hubo un retraerse de las relaciones sexuales.

 

 

El texto de la Versión 4ª de la Biblia Textual dice Oseas 3:3 según el hebreo literal: “y estipulé con ella: “Por mí, vas a estar mucho tiempo sin fornicar ni casarte; ni siquiera yo [cohabitaré] contigo”.’” ¿Qué parece significar esta última frase: “Yo también ciertamente seré para ti”? Tal como a la esposa restaurada, Gomer, se le prohibía que tuviera relaciones adulterinas con todo otro hombre, así igualmente Oseas sería de esa manera para con ella también, de modo que no tendría relaciones sexuales con ella por un tiempo. Notemos que otras traducciones bíblicas hacen aún más claro el hecho de que Oseas habría de retraerse de tener relaciones sexuales con ella por un tiempo:

 

“Tampoco seré tuyo” (Jewish Publication Society, 1917), “y yo haré lo mismo contigo” (Biblia de Jerusalén), “ni yo mismo me acercaré a ti” (An American Translation), “ni te entregarás a ningún hombre, y yo haré lo mismo respecto de ti” (Straubinger).

 

En una versión Italiana dice: “e le dissi: 'Stattene per parecchio tempo aspettando me: non ti prostituire e non darti ad alcun uomo; e io farò lo stesso per te'

 

 

¿Qué razón hubo, entonces, para esta restricción? Misericordiosamente Oseas había recibido de regreso a su “esposa de fornicación,” la había recomprado por el precio de un esclavo y la había perdonado. Sin embargo, Oseas tenía un interés natural en que su esposa se sometiera a un período de purificación matrimonial. Este sería un tiempo de limpieza durante el cual Gomer había de permanecer en una condición de detención, en inacción conyugal, apartada del coito hasta con Oseas su esposo legal.

 

 

El caso de Oseas y Gomer demuestra una forma de misericordia por parte del cónyuge que perdona cuando ha habido infidelidad en el matrimonio. El cónyuge inocente acepta el regreso del cónyuge verdaderamente arrepentido como uno limpio.

 

 

De manera similar, como lo representaron Oseas y su esposa, YHVH volvió a recibir a la infiel Israel en el tiempo de restauración que siguió a 537 a. C. y entonces la purificó, A Israel se le prohibió establecer relación adulterina nuevamente con príncipes gentiles o sacerdotes idólatras u otros enseres de la adoración de ídolos.

 

YHVH mismo se retrajo de nombrar a un rey no davídico para que se sentara sobre trono alguno hasta que viniera el Mesías, el rey legítimo. (Eze. 21:27) Por consiguiente, durante un período de purificación el resto disciplinado, arrepentido, del Israel natural se puso a esperar pacientemente a su Libertador Mesiánico que los libraría del control gentil.

 

 

Así mismo, durante el tiempo del fin nuestro del Israel restaurado verdadero que tiembla, y se estremece en avivamiento, es introducido en un pacto renovado, o relación de matrimonio renovado, con YHVH. En armonía con ello, se nos aparta de toda comisión de adulterio espiritual con apóstatas, gobernantes o sacerdotes, como lo que la cristiandad vaticanista persiste aún en hacer adulterinamente.

 

Solo después de un período de purificación fue que YHVH restauró la intimidad estrecha con el resto del Israel amado. Finalmente, el resto llegó a darse cuenta de que YHVH de veras era su amoroso protector marital y que ellos estaban en una relación segura con él bajo el Nuevo Pacto Restaurado, del cual Yeshúa haMashiaj es el Mediador. Cf. I Tim 2:5, 6.

 

 

En un tiempo de restauración durante el tiempo del fin de hoy, la actitud de algunos nazarenos y nazarenas con respecto a no tener relaciones sexuales es bastante comprendida. Gomer debería viajar con Oseas desde el Exilio no era tiempo de tener ya más relaciones que pudieran tener un embarazo que impidiera su viaje largo a Jerusalén.

 

Mateo nos indica, aplicado al fin de la Jerusalén del año 70 d.C.: "Mas, ¡ay de las que estén encintas y de las que estén amamantando en aquellos días! Orad, por tanto, para que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado. Porque habrá entonces una gran tribulación, cual no la ha habido desde el comienzo del cosmos hasta ahora, ni habrá jamás." Mat 24: 19-21 Biblia Textual 4ª

 

 

Hoy, como en el primer siglo, nos corresponde un fin de un sistema mundial que pronto terminará, por lo que las circunstancias de los tiempos que nos ha tocado vivir invitan a reflexionar sobre los que dice I Cor 7:27-29 Biblia textual 4ª:

 

“Pienso, entonces, que esto es bueno a causa de la aflicción presente: que hará bien el hombre en quedarse como está (celibato voluntario). ¿Estás ligado a mujer? No procures desligarte. ¿Estás libre de mujer? No procures mujer. Pero también, si te casas, no pecas, y si la doncella se casa, no pecó; pero los tales tendrán aflicción de la carne, y yo os la evito. Pero esto digo, hermanos: El tiempo se ha acortado, para que los que tienen mujer sean como si no la tuvieran”

 

 

Oseas evitó las relaciones sexuales y Pablo recalca la situación del período antes del fín. Todo esto nos hace pensar en la seriedad de los tiempos que corremos.

 

 

Contribuido.

 

Comentarios: 0