La comunidad israelita de Barcelona antes de la guerra civil española. |
"-¡Oh, no; no vuelven! No pueden volver-contestaba el rabino-. Es el sueño, que quizá no se realice nunca, de muchas generaciones de israelitas. ¡Volver a España; vivir otra vez en
Sefarad!... Agora los sefarditas no pueden volver a España, porque, aunque a disgusto, están sujetos a los negocios y profesiones que tienen en tierras extrañas. Pero viven pensando en Sefarad y
hablan el castellano, aun contradiciendo las disposiciones de algunos Gobiernos. Son varios millones..."
A la sombra de la vieja catedral barcelonesa, en dédalo de callejuelas estrechas y retorcidas, estuvo antiguamente el barrio judío. Los límites de la judería medieval están bastante claros:
el barrio judío estaba delimitado por las actuales calles Call -que era la entrada principal en su confluencia con la plaza Sant Jaume-, Banys Nous -cuando todavía se erigía en ella la muralla
romana que hoy ha quedado oculta bajo los edificios impares de la calle y que es visible en algunos tramos-, la Baixada de Santa Eulàlia, la calle Sant Sever y, por último, la actual calle Sant
Honorat, que antes de la construcción del Palau de la Generalitat llegaba prácticamente hasta la calle Bisbe.
Este barrio judío barcelonés fue uno de los más florecientes de la España medieval. Sus habitantes vivieron tranquilos y felices durante varios siglos, hasta 1492, fecha de la expulsión de
los hebreos de España que no quisieron convertirse al nacional-catolicismo de aquella negra época. Su expulsión fue recogida de la siguiente manera en el Dietario de la Diputación de la
Generalitat:
"1492. Agost. Dijous a [día] II. Jueus. Entraren e surgiren en la plaia de Barchinona una gran nau de Rodes [...] e una galeassa grossa de França e VIII entre nauetes e galeons, totes
carreguades de juheus que exien de Aragó, de València e de Cathalunya e eren·se enbarchats part en Tortosa e part en Tarragona, exints de dites terres per manament de la maiestat del senyor rey.
Restaren·ne en Barchinona circa de XX qui·s faheren christians; los altres ab dites fustes se·n anaren la via de Levant e entre tots eren passats deu mil juheus entre homens, dones e
enfants."
Más de cuatro siglos después de la fatídica expulsión de 1492, hacia 1915 iniciaron el retorno a Barcelona los sefarditas fundadores de la colonia hebrea de antes de la guerra civil de
1936. Durante la primera guerra mundial, cierto número de hebreos turcos que residían en el sur de Francia fueron expulsados de allí y se trasladaron a Barcelona fundando la Comunidad Israelita
de Barcelona y la sinagoga de la calle de Balmes, que al principio actuó clandestinamente. Poco a poco fueron llegando más hebreos. Entre los sefarditas de Maruecos, de Turquía, de Grecia, de
Francia corrió la voz... España era entonces y Barcelona más que ninguna otra ciudad de la Península la verdadera tierra prometida... Vinieron más y más en años sucesivos. Muchos de los
Israelitas Alemanes fueron a caer, en Barcelona, como por ejemplo, la familia que abrió los almacenes Sepu de la Rambla.
Para 1935, los tres o cuatro centenares de hebreos de más de veinte años, se habían convertido en más de cinco mil.
La mitad son sefarditas y la otra mitad Achkenazim. Los sefarditas proceden principalmente de Maruecos y Turquía y son los descendiente de los hebreos expulsados de España. Los Achkenazin son los Israelitas no Españoles. Los hay Rusos, Polacos, Húngaros, y, sobre todo, Alemanes. De estos últimos, a raíz de la subida de Hitler al poder, llegaron a Barcelona grandes contingentes de los cuales la mayoría se quedaron allí y otros por el resto de España.
Entre los hebreos existe un espíritu de confraternidad más fuerte que en ninguna otra raza del mundo. La inmensa mayoría de los judíos Alemanes huidos del Nacionalsocialismo, estaban absolutamente desvalidos. Vinieron aterrorizados y hambrientos, sin dinero y sin conocer el idioma. Con rapidez los Israelitas de Barcelona establecieron una sociedad llamada "Ezra", que en hebreo significa "Protección", dedicada a auxiliar y proteger exclusivamente a los emigrados Alemanes. Otra sociedad llamada "Beruria", que significa Beneficencia, estaba regida por damas Israelitas que se encargaban de repartir ropas entre los más necesitados. Al mismo tiempo que se les buscaba trabajo; a los que decidieron irse a otro país les facilitaban el dinero para el viaje; a los que carecían de toda clase de recursos les proporcionaban unos vales de comidas para los dos restaurantes hebreos que había en la ciudad -uno de los cuales se pude ver en la imagen-. Por las tardes todos se reunían en la sinagoga. En el año de 1934 la Comunidad Israelita de Barcelona se había gastado en socorrer a sus hermanos de raza, principalmente entre los Alemanes ciento cuarenta mil pesetas.
Siguiendo la tradición de su raza la mayoría de esta comunidad se dedico al comercio, según sus posibilidades económicas e intelectuales. Existen hebreos dueños de grandes almacenes y
vendedores ambulantes de corbatas y cinturones. Muchos de los "mogoles" de las casas cinematográficas en España son Israelitas. Estos hombres apenas han tenido relación con el resto de la colonia
Judaica. En todo caso, sus mujeres o sus hijas forman parte de la sociedad Beruria, que es una especie de "ropero". Pero de todos modos, aunque oficialmente no se traten con sus hermanos de raza,
ni frecuenten la sinagoga no permanecieron sordos a la llamada de la Comunidad. La Comunidad Israelita de Barcelona es una de las sociedades que sirven de vínculo entre los hebreos que viven
en la ciudad, y el ingreso se solicita en esta forma. (Foto a la izda.)
Se calcula que para enero de 1935 había unos veinte mil, sefarditas en su mayoría en toda España. En Cataluña seguramente habría entre siete o ocho mil y el resto estaba dividido en toda
España; pero especialmente por la ciudades marítimas. Tan solo existían dos comunidades sefarditas en la Península: La de Barcelona la más importante, y la de Madrid.
El Rabino Nissiam Gambach, comentando sobre las comidas judías indicó que practicaban vigilias y ayunos de acuerdo con su religión, y comían bastantes verduras y poca carne, y ésta de reses que hayan sido debidamente desangrandas. Cada mañana el rabino de los Achkenazim, Manuel Kimstlinger, y el sefardí Jacob Toledo Córdoba sacrificaban en el matadero dos reses vacunas con destino a la Comunidad judía.
Existía en Barcelona un bar Griego, en la calle de Tapiolas próximo al Paralelo, donde solo lo frecuentaban hebreos que jugaban a las cartas, al tute, a la manilla, al domino y aun juego turco de dados y fichas, que se llama Taolah.
Los judíos con nombre y apellidos Españoles generalmente han procedido de Grecia, Turquía o Marruecos. Si se les pregunta por sus apellidos dirán nombres como: Blano, Rojo, San Martín, San
María, Iglesias, Fernandez, Rodríguez, Zaragoza, Sevilla, Madrid, Tarragona, Toledo o Córdoba puesto que son descendientes de Españoles y hablan el castellano antiguo o el
Ladino.
Muchos de los judíos barceloneses se llamaban, en épocas medievales, Abraham, David, Isaac, Samuel, Salomó, Astruc, Jucef, Bonjudà, Bonsenyor, Bonhom, Bondia, Bendit, Benvenist, Caravita,
Perfet, Baruc, Bellshom, Jaffia, Maimó, Vidal, Duran, y las mujeres Regina, Preciosa, Rica, Bonadona, Bonafilla, Dolça, Clara, Goig, Estel·lina, Astruga, Ester o Sara, entre otros. Hoy su
recuerdo casi se ha extinguido completamente de la patronimia, pese a que muchas personas buscan rastros de un posible pasado judío en sus nombres familiares.
ART. 16.1 SE GARANTIZA LA LIBERTAD IDEOLÓGICA, RELIGIOSA Y DE CULTO DE LOS INDIVIDUOS Y LAS COMUNIDADES SIN MAS LIMITACIÓN, EN SUS MANIFESTACIONES, QUE LA NECESARIA PARA EL MANTENIMIENTO DEL ORDEN PÚBLICO PROTEGIDO POR LA LEY.
ART. 16.2 NADIE PODRÁ SER OBLIGADO A DECLARAR SOBRE SU IDEOLOGÍA, RELIGIÓN O CREENCIAS.
ART. 20.1.A SE RECONOCE Y PROTEGEN LOS DERECHOS: A EXPRESAR Y DIFUNDIR LIBREMENTE LOS PENSAMIENTOS, IDEAS Y OPINIONES MEDIANTE LA PALABRA, EL
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Ámbito universal.
Ámbito Europeo.
Consejo Europeo:
Unión Europea:
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Notas: La documentación extraída es, principalmente, del reportaje de Javier Sánchez-Ocaña para el núm. 370 de la revista ESTAMPA del 16 de febrero de 1935. Fotografía Badosa.
Además, de algunos comentarios de: Barcelona Metrópolis Mediterránea, núm. 59, año 2002.
Esta web desea añadir algo importante con relación al antiguo nombre "SEFARAD":
Sabemos que según la profecía del libro bíblico de Amós, Sefarad era el lugar desde donde debían regresar los exiliados de Jerusalén. (Abd 20.) Si bien no se conoce su ubicación exacta, de los varios lugares apuntados, uno probable es Saparda, que aparece en algunos anales asirios como un territorio de Media. En una ocasión los asirios exiliaron a parte de los habitantes del reino septentrional de Israel a “las ciudades de los medos” (2Re 17:5, 6.) y es también muy probable que algunos judíos embarcasen desde las costas fenicias y viajasen hacia España desde esas tierras asirias y posteriormente a España le pusieran el nombre semítico de Sefarad.