Tener un bebé es uno de los regalos más asombrosos de YHVH que llega a cambiar nuestras vidas para siempre. Nos regala una nueva perspectiva de ver y conocer al Señor, pero también de cómo nos vemos a nosotras mismas, mujeres con errores y temores, pero "escogidas para un propósito divino". Pero cuidado advirtió el Señor: "Ay de las que den de amamantar en aquellos días". UN hijo o hijo es algo tan tan serio que advirtió sobre que los últimos días no eran nada estimulantes para tener "hijos". De todos modos el ser las hermanas portadoras de vida es el privilegio más grande que YHVH nos ha concedido a las hermanas.  Es un regalo y una honra sumamente especial de parte de El Eterno. Portar una vida y un propósito dentro de nosotras nos recuerda el valor y la confianza que Él deposita en la mujer.

 

Sea cual sea tu historia, o la historia de tu embarazo, el Creador ha depositado en ti una vida que viene cargada de un designio, de sueños y de planes por cumplir. La misión de nuestra maternidad es glorificar al Padre.

Cuando una mujer queda embarazada, YHVH la visita. Literalmente el aliento de vida, a través de Su Espíritu, visita tu vientre y lo llena de vida y de un plan Divino.

En las Escrituras encontramos  en 1 Samuel 1 y 2, que Ana no podía quedar embarazada, derrama su corazón delante de YHVH y le pide un hijo. Dice en la Biblia: */“Y YHVH visitó a Ana, y ella concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas”. /**1 Samuel 2:21.

 

YHVH visitó a Ana, y también te ha visitado a ti si estás esperando un bebé. ¡Qué privilegio más grande! Ser visitadas por El Altísimo.

 

El embarazo es hermoso, pero también es una etapa de renuncia y entrega. Un tiempo que nos llama a morir a nuestro yo, a nuestro ego y a nuestro orgullo. Esto fue lo más fuerte que YHVH nos enseña durante este momento. Aprender a rendirle todo nuestro control, renunciar a nuestros deseos de querer ser siempre  dueñas de nuestras vidas, tiempos y cosas.


¡Y esto es algo demasiado bueno! Porque significa que necesitamos dejar de lado nuestro orgullo, humillarnos, y pedirle su guía y control.

    «Tanto el embarazo como la maternidad nos enseñan mucho del corazón de YHVH».

Un corazón amoroso y dispuesto a darlo todo por otros. ¡El Señor lo hizo! Dando a su único hijo Yeshúa por la humanidad.

 

La maternidad es dar. Dar tu vida, tu tiempo, tu atención, darlo todo por otro ser humano que depende plenamente de ti. Esto no es tarea fácil, pero que gran
oportunidad tenemos nosotras de mostrar algo del carácter de Mesías, quien nos dejó el mayor ejemplo de rendición y entrega.

El Espíritu Santo es nuestro mayor aliado y compañero en esta etapa, nos ha ayudado a quedar fecundadas en Avivamiento y ahora en todo lo que nos toca por vivir. En medio de tantos cambios físicos, emocionales y hormonales, el Espíritu Santo nos capacita, aún cuando nos sentimos insuficientes, cansadas y agotadas. Siempre nos consuela, nos levanta, renueva nuestras fuerzas y nos da la sabiduría necesaria para que sigamos cumpliendo la voluntad divina.

Mujer, El Elohím te ha creado para ser portadora de vida, para magnificarlo a través de tu fecundación, embarazo y maternidad. El mundo necesita ver mujeres y madres saturadas de la Palabra de YHVH, guiando a sus hijos e hijas a los propósitos eternos de YHVH y siendo una fuente de sabiduría, amor y fortaleza constante para su familia; es por eso que *debemos aferrarnos cada día más a nuestra fuente inagotable y ejemplo perfecto de Yeshúa-Mesías. Amén.

 

Una de las misiones principales de la Kehilah o iglesia nazarena del Amor es traer fruto cumpliendo así el primer  mandamiento de la Torá  en Génesis 1:28.

 

La palabra de YHVH deben enseñarla los padres a sus hijos desde la infancia, se debe enseñar el temor al Elohím Eterno y sus promesas, la Palabra  te dice que Instruyas al niño en el camino correcto, y aún en su vejez no lo abandonará.  Yeshúa nos dijo que debíamos ser como niños, los niños no guardan rencor, los niños olvidan una ofensa, un niño tiene su pureza, sencillez y gratitud. Yeshúa dijo:

 

«Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos». (Mateo 19:14)

 

Así que la misión es que nuestros hijos, nietos, hermano menores, o cualquier niño que nazca en el seno de la iglesia-hogar pueda ser guiado por medio de la Palabra y puedan aprender estos hermosos versículos desde pequeños.

 

El Elohím y Yeshúa aman a los niños desde que están en el vientre de sus madres, YHVH ya ha diseñado un plan hermoso para el niño y desea que sea cumplido en sus vidas. Los hijos son la herencia que nos da YHVH; los frutos del vientre, son la recompensa que viene del Elohím.

 

Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas. (Salmos 139:16)

 

Versículos relacionados de la Biblia Reina Valera:

 

 

Proverbios 22:6

Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.

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Isaías 9:6

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

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Salmos 147:13

Porque fortificó los cerrojos de tus puertas; Bendijo a tus hijos dentro de ti.

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Mateo 18:1-4

En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos.

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Salmos 139:15-16

No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.

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Isaías 44:24

Así dice Jehová, tu Redentor, que te formó desde el vientre: Yo Jehová, que lo hago todo, que extiendo solo los cielos, que extiendo la tierra por mí mismo;

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Salmos 22:10

Sobre ti fui echado desde antes de nacer; Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.

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Salmos 8:2

De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, A causa de tus enemigos, Para hacer callar al enemigo y al vengativo.

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Proverbios 17:6

Corona de los viejos son los nietos, Y la honra de los hijos, sus padres.

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Mateo 19:14

Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.

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Salmos 139:13

Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre.

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Salmos 139:13-16

Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas.

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Proverbios 20:11

Aun el muchacho es conocido por sus hechos, Si su conducta fuere limpia y recta.

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Hechos 16:21

y enseñan costumbres que no nos es lícito recibir ni hacer, pues somos romanos.

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Lucas 2:40

Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.

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Salmos 127:3

He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.

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1 Samuel 2:26

Y el joven Samuel iba creciendo, y era acepto delante de Dios y delante de los hombres.

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Lucas 18:16

Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.

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Salmos 139:13-14

Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien.

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Salmos 128:5-6

Bendígate Jehová desde Sion, Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida, Y veas a los hijos de tus hijos. Paz sea sobre Israel.

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Números 6:24-26

Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.

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Isaías 46:4

Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré.

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Isaías 11:6

Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará.

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Lucas 9:48

y les dijo: Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió; porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ese es el más grande.

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Mateo 18:3

y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

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Jeremías 1:5

Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.

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Isaías 44:3

Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos;

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Salmos 119:9

¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.

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1 Pedro 5:5-6

Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;

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Eclesiastés 11:9

Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios.

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1 Timoteo 4:12

Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.

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Salmos 71:5

Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza, Seguridad mía desde mi juventud.

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Lamentaciones 3:27

Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud.

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Isaías 65:20

No habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años será maldito.

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Oración

¡Elohím todopoderoso YHVH a ti sea la gloria y honra! Mi Elohím del cielo eres digno de toda suprema alabanza, te pido que bendigas la vida de cada niño y niña, Señor declaro, que cumplirás tu propósito en ellos. Protégelos que tu favor, siempre este sobre ellos. Tu palabra dice: «Que de la boca de los niños, y de los que maman, perfeccionaste la alabanza». Guárdalos de cualquier acechanza del maligno, que ellos puedan crecer seguros y rodeados en Tu gran amor y en el amor de los hermanos y herma la de iglesia hogar. Te pido que los guardes y fortalezcas, que ellos puedan caminar por sendas de rectitud y no se aparten ni a derecha ni izquierda, sino que permanezcan firmes en tus estatutos. Dices en tu palabra: «Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos». Padre amado, ellos son la próxima generación de relevo la cual estás preparando con corazones entregados y apasionados. Gracias porque ellos son los futuros evangelistas, pastores, profetas, maestros y diaconisas de amor. En el nombre de Yeshúa. ¡Amén!

 

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